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Devocional: Dándonos cuenta de nuestra recompensa

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Dándonos cuenta de nuestra recompensa
Fecha: Lunes, 08 de mayo del 2017 ID: 201700000391

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Mat 5:11-12  Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

La promesa de Dios para aquellos que son perseguidos por Su causa, es que su recompensa en el cielo será grande (Mat 5:11) Jesús dijo: “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mat 19:29)

Enfocarse en esa promesa en lugar de tus circunstancias presentes es como puedes experimentar felicidad en medio del sufrimiento. Esa era la confianza de Pablo, incluso cuando enfrentó una muerte segura. En 2 Timoteo 4:8 declara: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”

Otra fuente de alegría en las tribulaciones es saber que compartimos el destino de los profetas (Mat 5:12) Aquellos hombres piadosos sufrieron indecibles penurias por proclamar el mensaje de Dios. Ese es un grupo noble para ser identificados con ellos.

Una última palabra de aliento de Mateo 5:11: la persecución no será por siempre, Jesús dijo “Bienaventurados sois cuando…” la palabra griega traducida “cuando” significa “cuando sea”. No siempre serás perseguido, pero cuando sea que lo seas, serás bendecido. Además Dios gobernará su intensidad para que puedas soportarlo (1 Cor 10:13) Él conoce tu debilidad humana y suministrará la gracia necesaria y la paz para que puedas pasarlo. Es por eso que puedes regocijarte cuando por el contrario podrías estar devastado y lleno de dolor.

Si estás dispuesto a hacer sacrificios ahora, recibirás recompensas incomparables en el futuro. Qué ciegos son los que se protegen a sí mismos ahora al negar a Cristo o al comprometer Su verdad en lugar de sacrificar el presente por el bien de la bendición eterna y gloria.

Por John MacArthur

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

1 Tesalonicenses 5:9 (RVR 1960)

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Palabras Claves: John MacArthurReflexiones Dándonos cuenta de nuestra recompensa

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