Devocionales 1,622 vistos

La gran constante eterna

Por: Mendoza Daniel
La gran constante eterna
Fecha: Sábado, 12 de noviembre del 2016 ID: 201600000316

Síguenos en Facebook

1 Juan 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios

¿Has sentido alguna vez que Dios está dispuesto a darse por vencido contigo porque en lugar de caminar confiadamente en fe, tú has tropezado y caído? ¿Alguna vez has temido que haya un límite de tolerancia de Dios por tus fracasos y que estás caminando peligrosamente cerca de la línea externa o que ya la has cruzado?

He conocido a muchos cristianos así. Ellos piensan que Dios está molesto con ellos y que está a punto de deshacerse de ellos o que Él ya se ha dado por vencido con ellos debido a que su comportamiento es menos que perfecto.

Es verdad que el camino de fe puede ser en ocasiones interrumpido por momentos de incredulidad personal o rebelión o aún engaño satánico. Es durante esos momentos cuando pensamos que Dios seguramente ya perdió su paciencia con nosotros y está listo para rendirse con nosotros.

La tentación es darse por vencido, dejar de caminar por fe de una vez por todas, bajarse desalentado a la carretera y caminar sin rumbo, ¿cuál es el sentido?, nos sentimos derrotados, la obra de Dios por nosotros se ha suspendido y Satanás está eufórico.

La verdad primaria que necesitas saber acerca de Dios para que tu fe permanezca firme es que Su amor y aceptación son incondicionales. Cuando tu caminar por fe es fuerte, Dios te ama. Cuando tu caminar por fe flaquea, Dios te ama. Cuando en un momento estás fuerte y al siguiente débil, Dios te ama. El amor de Dios por ti es grande, eterno y constante en medio de todas las inconsistencias de tu caminar diario.

Dios quiere que hagamos el bien, por supuesto. El apóstol Juan escribió: “Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen”  (1Juan 2:1 NVI) Pero Juan continuó recordándonos que Dios ya ha provisto para nuestros fracasos así que Su amor continúa constante a pesar de lo que hagamos: Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo (v1-2)

Por Neil Anderson

ORACIÓN

Señor, dame la gracia para corregir mis defectos de carácter y para ayudar a satisfacer las necesidades de otros, en el nombre de Jesús, amén.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Ezequiel 11:19 (RVR 1960)

Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne.

Palabras Claves: DevocionalesNeil Anderson

Hola visitante! dejanos tus comentarios


Cargando...