Representantes del organismo cristiano Discípulos Globlales, consideran que las mujeres son habitualmente el grupo más difícil de conectar cuando se trata del mensaje del evangelio, informó Mission Network News.
“[Las mujeres] pueden estar en el hogar, no en el mercado, y estamos buscando formas únicas de conectarnos con ellas”, comenta Wendy Nagle, ejecutiva de Discípulos Globales.
Discípulos Globales, es una organización que ofrece a cada persona, en diferentes naciones, la oportunidad de elegir y seguir a Jesucristo. Movilizan iglesias locales entre los grupos de personas menos alcanzadas. Sus programas ayudan a las iglesias a prosperar y multiplicarse. Llegar a las mujeres es llegar a una comunidad.
“Tenemos facilitadores que trabajan para Discípulos Globales en sus propios países, y esos facilitadores se asocian con los directores de programas que dirigen los programas de la iglesia en más de 57 países”, detalló Nagle.
“Esos directores de programas trabajan dentro de su iglesia para hacer capacitaciones”.
Las capacitaciones contemplan programas de discipulado, desarrollo de pequeñas empresas y liderazgo. La idea es respaldar el crecimiento y prosperidad de las iglesias locales.
“Muchos de esos entrenamientos incluirán a las damas en la iglesia”, señala Nagle.
Para este organismo, llegar a una sola mujer es clave para poder compartir con otras mujeres en la comunidad.
“Las mujeres que ministran a las mujeres es la estrategia de alcance perfecta para ellas. Ya sea que estén ministrando en los hogares de los miembros de la familia, visitando a familiares o, en algunos casos, trabajadoras domésticas que viven en hogares, están siendo eficaces para llegar a las personas dentro de sus cuatro paredes “.
El aspecto colaborativo de los entrenamientos alienta a las mujeres a pensar críticamente sobre cómo pueden alcanzar mejor a las personas en sus propias vidas.
“La semana pasada, recibimos una notificación [sobre] un grupo de mujeres jóvenes que se reunieron todas juntas para su capacitación, para ver cómo podían participar en su vecindario y alentar a sus familias también”.
Para este organismo es elemental, que las mujeres que asisten a las capacitaciones, aprendan a articular el mensaje transformador de salvación a través de la fe en Jesús.
En general, las mujeres beneficiadas con las diversas capacitaciones aprenden nuevas estrategias para compartir el evangelio.
“A medida que estas mujeres pasan por la capacitación, están aprendiendo estrategias de multiplicación y discipulado, y están llevando esas estrategias al hogar”, expresó Nagle.
“[Están] compartiendo la importancia de las Buenas Nuevas de Jesús y la intimidad con el Padre, el poder del Espíritu Santo, el poder de la oración y lo que la Palabra puede significar. En muchos de estos casos, están presentando [el Evangelio] a mujeres que nunca antes tuvieron la oportunidad de escuchar el nombre de Jesús “.