Pastores musulmanes Fulani asesinaron a 20 cristianos, entre ellos nueve niños, en el estado de Plateau, en el centro de Nigeria, mientras dormían horas después de la medianoche del viernes (8 de septiembre) en un aparente ataque de represalia que ha desconcertado a los aldeanos.
La policía dijo que el ataque fue un acto de venganza después del descubrimiento la semana pasada de un muchacho Fulani muerto y decapitado que residía en la aldea de Ancha, distrito de Miango, en el área de gobierno local de Bassa.
Los cristianos del lugar, sin embargo, no entienden que este ataque sea una respuesta al anterior suceso, dado que tuvo lugar en otro pueblo.
“El pueblo donde se dice que uno de ellos murió hace más de un año no es parte de nuestro pueblo, y nunca hemos tenido ningún malentendido con ellos en el pasado”, dijo John Bulus, secretario de iglesia de la Iglesia Bautista de Salama-Ancha, que perdió 19 miembros en la masacre.
"El sábado 2 de septiembre, mientras trabajábamos en nuestros campos y granjas, vimos a los Fulanis trasladando su ganado y sus familias fuera de su campamento, un asentamiento que está a pocos kilómetros de aquí”, dijo Bulus. “Así que fuimos a preguntar a qué se debía esta repentina salida del campamento. Ellos respondieron diciéndonos que uno de ellos fue matado hace tiempo en otro pueblo a 5 kilómetros de nuestra aldea, de ahí su decisión de mudarse”.
Bulus dijo que los cristianos de la zona regresaron y continuaron trabajando. “Nunca imaginamos que estos Fulanis volverían a atacarnos, ya que no hay nada que justifique un ataque contra nosotros”, dijo.
Bulus dijo que nueve de los 20 cristianos asesinados eran niños, con edades entre 3 meses y 17 años. Junto con los 19 bautistas muertos, uno era miembro de una iglesia metodista.
“ALGUNOS ATACANTES VIVEN CERCA DE NUESTRO PUEBLO”
Despertado por el sonido de los disparos poco después de la medianoche del viernes (8 de septiembre), Bulus salió rápidamente a ver quién estaba disparando. Dijo que vio a tres personas de pie con pistolas en sus manos, y que él se quedó en silencio hasta que le vieron y le dispararon.
“Uno de ellos corrió detrás de mí y se paró junto a la puerta de mi habitación sin entrar en la habitación ni disparar, y después de unos minutos salió a reunirse con sus colegas afuera”, dijo. “Y justo cuando estaba pensando en qué hacer, escuché disparos esporádicos en todo el pueblo. Estaban yendo por todas partes en el pueblo, y esto duró unos 25 minutos”.
Los asaltantes hablaban entre sí en lengua Fulani, dijo, añadiendo que a la luz de una luna brillante, pudo ver que algunos de los atacantes. “Puedo decirles con confianza que algunas de las personas entre los que nos atacaron eran pastores Fulani locales que vivían cerca de nuestra aldea”, dijo.
Unos cinco minutos después de que el tiroteo se detuviera, vio que los agresores se habían reunido en un lugar justo fuera del camino que conducía al pueblo y luego se fueron. Bulus y otros iban de casa en casa para determinar las bajas.
“Descubrimos que 20 personas murieron y otras seis resultaron gravemente heridas”, dijo. “Los muertos son de tres hogares. Tenemos en total 50 familias en este pueblo”.
INVESTIGACIÓN POLICIAL
El Comisionado de la Policía de la Meseta, Peter Ogunyanwo, dijo a los periodistas que el niño Fulani muerto que desencadenó el ataque pertenecía a la aldea de Ancha, desapareció el 3 de agosto y su cuerpo fue encontrado tres días antes de la masacre del 8 de septiembre.
“Estamos investigando el asunto, pero creemos que el ataque fue llevado a cabo por pastores Fulani para vengar el asesinato de un niño”, dijo Ogunyanwo.
El funcionario dijo que cinco sospechosos habían sido arrestados por el niño Fulani desaparecido, pero que nadie había sido detenido en la masacre de Ancha.
Los cristianos representan el 51,3 por ciento de la población de Nigeria, mientras que los musulmanes que viven principalmente en el norte y cinturón medio representan el 45 por ciento.