EGIPTO.- La investigación reciente del ADN retirado de decenas de momias egipcias con miles de años de edad, comprueba que los habitantes originales de aquella tierra poseen parentesco más cercano con los habitantes de Oriente Medio que con los pueblos negros de África al sur del Sahara.
Investigadores de la Universidad de Tuebingen y del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana en Jena, ambos en Alemania, obtuvieron “resultados inesperados” al decodificar el genoma de esos antiguos egipcios.
Los cuerpos momificados sometidos a las pruebas cubren casi 2.000 años de historia egipcia, del llamado Nuevo Imperio (unos 1.400 a. C.) hasta el final de la presencia del Imperio Romano en la región (unos 400 d.C.). Luego, fue posible comparar el ADN de los moradores antiguos con el de los egipcios modernos y ver cómo otros pueblos de la Antigüedad tuvieron impacto sobre su composición genética.
La investigación se basa en 166 muestras de 151 individuos momificados encontrados en Abusir el-Meleq. El extenso análisis, publicado en la revista especializada Nature Communications, concluyó que “se diferencian de los egipcios modernos y están más cerca de las muestras de vecinos de Oriente Próximo”, observaron los investigadores.
“En contraste, los egipcios modernos son más influenciados por las poblaciones del África subsahariana”.
Para el estudioso judío Adam Eliyahu Berkowitz, esto demuestra la narración bíblica sobre la primera dinastía egipcia, descendiente de Cam, hijo de Noé, presentada en el primer libro de la Biblia.
Génesis 10: 5-6 afirma: “De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones. Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán”.
Berkowitz recuerda que, “de acuerdo con la Biblia, Mizraim se estableció en Egipto, mientras que Cuz fue a África, estableciendo dos naciones distintas y separadas que no compartían un patrimonio común. La teoría científica implica que los orígenes del pueblo africano y de Egipto eran los mismos.
El profesor Johannes Krause, del Instituto Max Planck, explicó que los análisis de ADN de las momias hechas en el pasado ya daban algunos indicios de ello, pero eran tratados con escepticismo.
“Sólo en los últimos cinco o seis años, se ha hecho posible estudiar el ADN de los humanos antiguos, porque ahora podemos mostrar si el ADN es antiguo o no por sus propiedades químicas”, subraya. Añadió que en los próximos años “habrá una gran cantidad de genomas de la momia egipcia antigua [mapeados]. Sólo estamos empezando”. Con informaciones de Christian Post y Folha de SP.