VIRGINIA, EE.UU.- Una iglesia ubicada en el estado de Virginia, Estados Unidos, pasó por un momento bastante delicado y espeluznante, cuando agentes de la policía tuvieron que interrumpir uno de los cultos para poder hacer una exploración en todo el templo, la alerta era por paquetes que pudieran esconder explosivos.
Esto ocurrió porque el departamento de policía local recibió un enlace informando que habían dejado bombas en la Iglesia Bautista Alfred Street, que tiene una membresía de cerca de 7 mil creyentes.
El pastor Howard-John Wesley, líder de la iglesia de hace diez años, informó que los fieles fueron retirados del templo y dejados en cuarentena, mientras los policías buscaban en los alrededores y dentro del establecimiento paquetes sospechosos. Algunos fueron hallados, pero no contenían explosivos.
“Mientras estábamos en el edificio y no pudimos salir, hicimos lo que los cristianos bautistas hacen. Oramos y cantamos e hicimos el culto, a pesar de la amenaza”, dijo el ministro, según News Babtist.
El pastor admitió que después del susto, quedó más aliviado.
“Voy a admitir que dormí mejor que la noche anterior”, dijo. “Pensar en una amenaza a nuestra familia, una amenaza contra mí, no es algo que tomamos a la ligera, pero Dios no nos dio un espíritu de miedo”.
El líder religioso fue preguntado si la iglesia continuaría con los cultos y él explicó que sí, pues cancelar significaría la “victoria del mal”, lo que no fue el caso. “Es para eso que estamos llamados a hacer, para dejar que nuestra luz brille. “Estamos haciendo la diferencia”, dijo el pastor.
El vicegobernador de Virginia, Justin Fairfax, emitió un comunicado en repudio a las amenazas, indicando que él también asiste a la iglesia, conocida en los círculos políticos debido al carácter social de la predicación del pastor Wesley, uno de los cuales le valió un premio de la revista Times.
“Yo condeno estos actos cobardes y malos en los términos más fuertes posibles. He adorado en Alfred Street, muchas veces, y estoy ansioso por hacer tantas otras veces en el futuro. El odio perderá, como debe perderse”, dijo Fairfax.
El vicegobernador recordó el caso reciente ocurrido en Pittsburgh, Pensilvania, cuando 11 fieles judíos fueron muertos a tiros en una sinagoga. El político destacó que líderes, principalmente, son blancos de amenazas, pero ellos deben acabar.
“A raíz de los recientes acontecimientos en Pittsburgh y en otros lugares, no podemos ignorar tales amenazas y debemos oponernos vigorosamente al lenguaje y las acciones violentas. Palabras y acciones que incitan a la violencia y el odio deben acabar, particularmente con nuestros líderes, concluye Fairfax.