Mat 10:2-4 Los nombres de los doce apóstoles son estos… y Judas Iscariote, el que también le entregó.
Lección: Judas es la mayor tragedia en la historia humana. Él tuvo oportunidades y privilegios conocidas sólo por los otros discípulos, pero se volvió de ellos para seguir un curso de destrucción. Aún de su insensatez podemos aprender algunas lecciones importantes.
Judas por ejemplo, es el mayor ejemplo del mundo de la oportunidad perdida. Él ministró por tres años con Jesús mismo pero se contentó con sólo estar asociado a Él, nunca se sometió a Él en fe salvadora. Millones de personas han seguido su ejemplo al escuchar el evangelio y asociarse con cristianos pero rechazando a Cristo. Trágicamente como Judas, una vez que llega la muerte, ellos también son condenados por toda la eternidad.
Judas también es el mayor ejemplo del mundo de desperdicio de privilegios. Él pudo haber tenido las riquezas de una herencia eterna pero eligió treinta piezas de plata. En este sentido él es también la mayor ilustración de la destrucción y condenación que puede traer la codicia. Él hizo algo impensable, sin embargo tiene muchos colegas contemporáneos en aquellos que ponen las riquezas y el placer sobre la piedad.
En el lado positivo, Judas es la ilustración más grande del indulgente y paciente amor de Dios. Sabiendo lo que Judas haría, Jesús lo toleró por tres años. Aún más, constantemente se acercó a él y aún le llamó amigo después del beso de la traición (Mat 26:50)
Si alguna vez has sido traicionado por un amigo sabes el dolor que puede traer. Pero el dolor del Señor fue agravado muchas veces más porque Él sabía que sería traicionado y porque las consecuencias fueron graves. Sin embargo Él soportó el dolor porque amó a Judas y sabía que su traición era una parte necesaria para el plan de redención.
Los pecados que destruyeron a Judas son pecados comunes que debes evitar a toda costa. Aprovecha cada oportunidad y privilegio que Dios te da y nunca te aproveches de Su paciencia.
Por John MacArthur