BRASIL.- La noche de este martes (16), durante un intento de asalto a la caja electrónica de la agencia de la sede de la Seguridad Social (INSS), en Belém de Pará, uno de los bandidos fue baleado en el intercambio de disparos con la Policía. Herido, él pidió hablar con el pastor de la iglesia evangélica que estaba cerca del local.
El pastor Zildomar Campelo, de la Asamblea de Dios, cuenta que se dirigía al templo cuando recibió la petición.
“Cuando llegué había mucha gente, pero alguien me llamó y dijo que uno de ellos quería hablar conmigo”, relata el líder religioso que lidera la iglesia hace 15 años.
Él consiguió hablar con el bandido durante unos 20 minutos, mientras aguardaban la ambulancia. “Todavía estaba muy lúcido, dijo que quería conversar. Me dijo que quería pedir perdón a su madre. Que quería pedir perdón a Dios. Habló que ya había ido a nuestra iglesia con su madre. En ese momento hice una oración y él quiso reconciliarse con Dios”, testigo.
Campelo dijo que es una situación delicada, pero que cumplió su papel como cristiano. “Todo cristiano tiene como objetivo principal vivir con Dios en el cielo.
Es bíblico. La policía hizo lo que tenía que hacer, pero es nuestro papel como cristiano ayudar a los demás en las aflicciones”, enseña.
Él dice que muchos van a juzgar mal la situación. “Hay gente que no entiende, pero tenemos que amar al prójimo. Tanto un policía como el criminal ante Dios son personas que debemos amar. Por eso no me intimidé de ir allá”, explica.
El religioso citó que se inspira en un versículo bíblico de la primera epístola de Pedro [1Pe 4: 8]: “Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”.
Enseguida dijo: “Eso es lo que necesitamos hacer, amar al otro. Ya pasamos por situaciones semejantes, de gente que sufrió con el golpe y luego pidió una oración. Como pastor y como cristiano, estamos sujetos a eso”.
[ Fuente: G1 ]