Dos ministros de la iglesia doméstica más grande de Pekín han sido detenidos a principios de este mes, y dos informes advierten de más restricciones a la libertad religiosa.
Jiafu Qie y Chunzi Huang, ministros de la Iglesia Sion, fueron arrestados el 28 de abril y el 1 de mayo respectivamente, según un comunicado de la propia congregación.
Chunzi desapareció el 1 de mayo, y su arresto se confirmó después de que su hermana inquiriese en la comisaría del distrito de Chaoyang.
Al día siguiente, la policía informó a la familia de Chunzi de que había sido trasladada a un centro de detención donde permanecería detenida diez días. A la hora de publicación, aún no se tienen más noticias sobre su situación.
La Iglesia Sion es la iglesia doméstica ilegal más grande de Pekín con 1.500 miembros, y fue obligada a cerrar tras negarse a una petición del gobierno de instalar cámaras de vigilancia en el auditorio emitida en abril de 2018.
Sin embargo, la iglesia continuó activa, y «el arresto de los dos líderes es una advertencia contra el pastor principal, Ezra Jin, quien incluso a pesar del cierre en 2019 ha permanecido muy activo en el ministerio» según informa un colaborador local de Puertas Abiertas cuyo nombre no podemos revelar por razones de seguridad.
Añade que «[el pastor Jin] es quien necesita nuestras oraciones.»
Unidos a favor del Partido
Ezra Jin Mingri fue citado en la comisaría en julio de 2020. Permaneció allí dos horas, y se le ordenó que cancelase una ponencia que tenía programada a cerca de «el cristianismo y la Educación Superior en China» según informa el informe anual de ChinaAid en 2020.
El informe, publicado recientemente, recoge factores de presión sobre la población cristiana en China, algunos ya conocidos y otros nuevos. Han aumentado los casos en que los cristianos han sido acusados dañar la seguridad nacional y también ha crecido la vigilancia de las iglesias, según dicho informe.
Además, está extendiéndose la campaña de sinización de la religión, un proceso de imposición de la cultura y los valores afines a las imposiciones del régimen comunista chino.
Así, las autoridades chinas locales tienen instrucciones para asegurar que «los líderes de las comunidades religiosas y los creyentes en general apoyan al Comité Central [del Partido Comunista chino] con Xi Jinping a la cabeza», según ChinaAid.
Sin embargo, si bien ha habido un aumento evidente en la vigilancia a los cristianos, un colaborador local de Puertas Abiertas dijo que aún es demasiado pronto para asegurar un aumento en los casos de supuesto daño a la seguridad nacional.
Nuestra fuente nos explica que «hasta donde yo sé, el año pasado no hubo más de cinco casos en que los cristianos fueron acusados de desafío a la autoridad estatal.»
No obstante, las condiciones de libertad religiosa en China empeoraron en 2020, según un informe publicado por la Comisión Estadounidense para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF por sus siglas en Inglés):
«El gobierno (chino) ha intensificado su política de 'sinización de la religión,' teniendo como objetivo particularmente las religiones que considera con conexiones extranjeras, como son el cristianismo, el islam y el budismo tibetano», según informa la Comisión.
El organismo también declara que las autoridades chinas «abusaron, detuvieron, arrestaron y encarcelaron a miembros de iglesias domésticas protestantes que se niegan a unirse al Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías».
*Noticia extraída de Puertasabiertas.org
