KIRGUISTÁN.- Una comunidad Bautista en Kirguistán fue incendiada por militantes musulmanes , pero una copia de la Santa Biblia permaneció intacto y animó a los cristianos a permanecer firmes en su fe. El pasado miércoles (3), los radicales islámicos lanzaron cócteles molotov dentro del edificio vacío de la iglesia en Kaji-Say, en la orilla sur del Lago Issyk Kul, que limita con China.
El incendio se extendió por dentro del edificio, pero no alcanzó la Biblia que estaba abierta.
Los bomberos lograron controlar las llamas y encontraron varias botellas llenas de gasolina, que no habían estallada. Nadie resultó herido.
Los cristianos creen que la Biblia intacta es una señal de Dios para que puedan permanecer. “Esta es una señal increíble”, dijo Paul Robinson, de la Operación Mark, asociada a la organización Release International, que apoya a cristianos perseguidos en Kirguistán.
“Eso sucedió once años antes, cuando los comunistas prendieron fuego a una iglesia pentecostal durante la noche. La Biblia y ese edificio también sobrevivieron, y no hay duda de que la iglesia en Kirguistán sobrevivirá y continuará predicando el Evangelio”, agregó.
La iglesia ha actuado en la organización de eventos evangelísticos, que podrían haber provocado el ataque. Las iglesias en Kirguistán han enfrentado una creciente oposición y hostilidad, pero esta es la primera en ser incendiada en los últimos años.
La persecución a los cristianos está creciendo en los países predominantemente musulmanes. “La persecución todavía está en todas partes y la situación en Kirguistán está empeorando cada año”, explica Paul.
Kirguistán prohíbe estrictamente cualquier tipo de trabajo misionero. Los militantes islámicos están desenterrando los cuerpos de cristianos convertidos del Islam que fueron enterrados en cementerios musulmanes.
Los cristianos en los países vecinos también han enfrentado persecución. “En Kazajstán, las iglesias no registradas no pueden reunirse. En Tayikistán, los padres cristianos no pueden llevar a sus propios hijos a la iglesia y, en Turkmenistán, muchos cristianos fueron arrestados y golpeados, interrogados y amenazados. Las copias de la Biblia y del Nuevo Testamento fueron confiscadas”, cuenta Paul.
“Por favor, ore por nuestra familia cristiana en Asia Central”, pide Paul. “La mayoría de los cristianos es incapaz de tener una vida común. Ellos pueden ser atrapados por leer la Biblia en un lugar público como un autobús o un tren, o contar a otras personas sobre Jesús”.
“Muchas veces, las casas de los creyentes pueden ser investigadas y sus pertenencias confiscadas por la policía. Las actividades cristianas más comunes, como orar juntos o hacer un estudio bíblico, pueden ser consideradas ‘ilegales’, añade.
[ Fuente: Inspire Magazine ]