Rom 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
En Su Ministerio, Jesús violó muchas veces las instrucciones tradicionales que rodeaban la observancia del Sabbath, porque eran una distorsión clara del mandamiento de Dios. Una práctica común que nació del deseo de proteger una ley o principio, es establecer reglas adicionales para evitar que violemos las leyes o los principios. Establecemos cercas alrededor de las leyes, pero dentro de poco tiempo, las cercas se convierten en leyes.
Por ejemplo: no debemos unirnos en yugo desigual (2 Cor 6:14-15) Para asegurarnos de que esto no suceda, a veces construimos una cerca alrededor de la ley estableciendo reglas adicionales como: no puedes asociarte o ser novio de un no cristiano. Eso puede ser aconsejable en algunos casos, pero no lo hagas ley. Algunos han ido al extremo de pedirles a sus hijos que nunca se asocien con no cristianos. Esto hace la Gran Comisión una tarea increíble.
Aquí está otro ejemplo: una práctica común en muchas iglesias, restos de la era de prohibición, es exigir la abstinencia total de alcohol. De nuevo, eso puede ser sabio en muchos casos, pero la Biblia enseña en contra de la embriaguez y la bebida fuerte y nos enseña a hacer todas las cosas con moderación. La principal preocupación bíblica no es el alcohol, sino el ser un obstáculo para un hermano más débil. La abstinencia total puede ser en realidad la medicina que necesitan o podrían ser perjudiciales cuando se relacionan con un hermano más débil.
El punto es que podemos fácilmente distorsionar la verdadera Palabra de Dios añadiendo nuestras prácticas tradicionales y hacerlas iguales a la intención original de Dios. Quizá necesitemos oponernos a prácticas fariseas como el Señor lo hizo antes de encontrarnos en esclavitud a tradiciones hechas por hombres.
Por Neil Anderson
Querido Padre, hazme sensible al espíritu de Tu ley y a no ser juicioso con otros sin importar sus prácticas. Ayúdame a preservar la unidad en el Espíritu, en el nombre de Jesús, amén.
