VIETNAM. – Según los psicólogos, el exceso de videojuegos estimula excesivamente el sistema nervioso, especialmente para los niños cuyo sistema nervioso está poco desarrollado. También afecta el cerebro del niño, haciendo que tenga dificultad para prestar atención, administrar emociones y tolerar la frustración.
Esto puede explicar por qué la adicción de un niño vietnamita de 11 años de edad en los videojuegos violentos lo llevó a la depresión y a tendencias suicidas.
El vicio de Minh Viet por los videojuegos violentos comenzó a los 8 años de edad, y desde entonces, pasó muchas horas al día, frente a una pantalla con los personajes. Un efecto visible de su obsesión por los juegos fue el incontrolable parpadeo de sus ojos.
Pero lo más alarmante que el espasmo de los ojos fue cómo estos juegos lo llevaron a Minh Viet a pensar en suicidio. Una vez su madre le reprendió y le quitó su iPad.
Minh Viet dijo: “En ese momento lloré y pensé en cometer suicidio”. Cuando se le preguntó sobre cómo tuvo esa voluntad, el chico dice que aprendió a hacerlo desde sus juegos. “En los videojuegos, saltan de la azotea”.
Ngocanh Le, madre de Minh Viet, dice que quedó perturbada cuando el hijo le contó eso.
“Él dijo que quería suicidarse, no podía hacer lo que los adultos esperan que haga, sentía que era un fracaso”, contó.
Como cristiana, Ngocanh sabía que la oración y la Palabra de Dios podrían ayudar a su hijo. Pero ella también sabía que Minh Viet necesitaba algo que llamara su atención, así como los videojuegos.
Es por eso que Ngocanh está tan agradecida por el Superbook – una colección de historias de la Biblia en vídeo para los niños – que llegaron a Vietnam, traducido al idioma local.
Ella le mostró las historias al hijo y el chico terminó interesándose por el Superbook. Ngocanh dice: “Él ama mucho el Superbook, cambió los videojuegos por el Superbook y ahora sabe mucho más sobre la Biblia. Y a veces me dice que se siente mal por ser un pecador, pero también sabe que Dios lo salvó. Él fue tocado por Dios, y en la escuela, él también mejoró mucho”.
A través del Superbook, Minh Viet aprendió cuánto le ama a Jesús. Minh Viet dice: “Yo amo a Jesús porque él me salvó muchas veces”.
En Vietnam, aproximadamente 7.000 niños están aprendiendo la Palabra de Dios a través del Superbook.
CBN está en Vietnam promoviendo una campaña de oración para que más iglesias usen el material del Superbook, alcanzando así a niños como Minh Viet, que sufren con la sobreexposición a la tecnología y desarrollan depresión y pensamientos suicidas.
Minh Viet también ha invitado a sus amigos a las clases de Escuela Bíblica en la iglesia, donde los profesores también usan el Superbook, especialmente aquellos que necesitan liberarse de los videojuegos.
Él dice: “Tengo un amigo en Saigón que es adicto a los videojuegos. Le dije a él que dejara de jugar y viera el Superbook en su lugar”.