En China, el gobierno local ha convocado a los pastores que son parte de la “Red Ministerial de Oración Conjunta de Beijing” (en lo sucesivo, BMJPN) que cierren sus iglesias prohibiéndoles que prediquen en línea, debido a que sus actividades se han considerado como “actividades religiosas ilegales” y corren el riesgo de que destituyan las iglesias.
Esto se debe a que la red no se ha registrado ante las autoridades gubernamentales y es considerada ilegal, por lo tanto se ha disuelto la red de oración conjunta que se celebra en Beijing.
La “Red Ministerial de Oración Conjunta de Beijing” (en lo sucesivo, BMJPN), la fundó en 2004 el pastor Jin Mingri de una de las iglesias en casas más grandes de Beijing: la Iglesia Shouwang.
Además, ha reunido a docenas de pastores para orar regularmente por el avivamiento y las misiones de la Iglesia. Si bien comenzó en Beijing, ahora hay pastores de diferentes provincias que participan activamente en BMJPN.
Ante las constantes amenazas, un pastor que hace parte de la red le dijo a la fuente, que no abandonará la BMJPN y que está preparado para que las autoridades le cierren el lugar de culto a la fuerza.
En China, muchas iglesias se han estado reuniendo en grupos pequeños, tanto por las restricciones a raíz de la pandemia por el Covid-19 como por la represión que se presentan en los grupos religiosos.
El régimen de China, está intensificando su política de mano dura contra las congregaciones cristianas en Beijing y varias provincias del país.
Esta es una persecución que no se ha detenido aun frente a la crisis del coronavirus. Al contrario, el gobierno aprovechó las medidas de aislamiento para acelerar el hostigamiento a las comunidades religiosas.
Hacer una estimación de la presencia cristiana en China no es una tarea simple. Según el informe 2020 de la ONG Open Doors, una organización que vela por los cristianos perseguidos en el mundo, en el país viven unos 97 millones de cristianos, entre católicos y protestantes.