CHINA.- En 2017, el régimen del Partido Comunista de China desencadenó la represión de Navidad más severa de los últimos años. Decenas de millones de cristianos chinos celebraron la fecha religiosa en secreto y con miedo.
Según la prensa internacional, cultos y misas en iglesias fueron restringidos y monitoreados por cámaras. También hay informes que árboles de Navidad fueron derribados y autoridades locales patrocinaron “protestas contra la Navidad” para minimizar el impacto de la celebración cristiana.
ChinaAid, una ONG cristiana que monitorea la persecución religiosa en territorio chino, divulgó un informe con varias denuncias sobre funcionarios del gobierno y del aparato de seguridad dedicándose a eliminar las celebraciones navideñas este año.
Por ejemplo, el Departamento de Seguridad Pública de Anqing, ciudad de la provincia de Anhui, emitió un comunicado el 21 de diciembre llamado “Prohibición de cualquier actividad relacionada con la Navidad”. Ninguna calle podría tener demostraciones de “cualquier atmósfera de celebración”, que incluía árboles de Navidad, Papá Noel o cualquier otro elemento comúnmente asociado a la Navidad.
En la capital Pekín, filmaciones publicadas en internet muestran un gran árbol de Navidad siendo derribado por un grupo de hombres vestidos de negro. En la provincia de Zhejiang, ChinaAid obtuvo imágenes de un grupo de personas desfilando en las calles con la bandera de China y gritando consignas como: “¡Boicoteen la Navidad!” Y “¡Dígale no a la Navidad!”
El principal ataque fue contra las iglesias. Ellas fueron desalentadas y, en diferentes ciudades, prohibidas por el gobierno de realizar cultos o celebraciones la víspera o el día de Navidad. Esta restricción era válida tanto en las “iglesias domésticas” como en las “Iglesias oficiales” – instituciones sancionadas por el Estado que son controladas por el régimen.
El informe de ChinaAid cita a un cristiano de la ciudad de Heshan, provincia sureña de Guangdong, lamentando que funcionarios del Departamento de Seguridad Pública “asumieran el control” de la iglesia local e instalaron varias cámaras de vigilancia en la entrada del templo dos semanas antes de la Navidad.
La represión es aún más severa para las muchas iglesias domésticas, que se consideran ilegales. Ellas son reuniones hechas en las casas y no poseen ningún tipo de registro junto al Partido Comunista. Una fiel de la ciudad de Tonghua, provincia de Jilin, noreste de China, reclamó que el Departamento de Seguridad Pública local prohibió “cualquier reunión con más de ocho personas” en la semana de Navidad.
Una opción de los pastores fue cambiar las celebraciones de Navidad a principios de diciembre, o simplemente no hacer ceremonias públicas.
Guerra de Navidad
El Partido Comunista de China defiende oficialmente una ideología atea, basada en el pensamiento de Mao Tsé-tung. los miembros del grupo pueden no tener religión y desde que Xi Jinping asumió el cargo se estima que la persecución religiosa creció 700% .
Esta represión renovada, llamada por algunos de “Guerra a la Navidad” en China, está motivada por el temor del régimen comunista de una “influencia occidental”. Para ellos, la religión es una amenaza potencial a su ideología estatal y, por lo tanto, a la estabilidad del régimen. Aún así, el cristianismo está creciendo en el país .
[ Fuente: China Aid y The Epoch Times ]
