El gobierno de China, presidido por Xi Jing Ping, persiguió a mas de 5 mil iglesias de diferentes denominaciones en el 2019. Logró escalar a la posición número 23 en la lista de los peores perseguidores religiosos, según una publicación de Christian Headlines.
La Lista Mundial de Vigilancia 2020 de Open Doors, refleja que el país comunista alcanzó cuatro puntos adicionales en la clasificación anual de los países que más persiguen a los cristianos.
Escaló de 27 a 23 en la lista, en su deseo por “Sinicizar” el cristianismo y otras religiones, pretendiendo alinear las creencias religiosas de sus habitantes, con la interpretación e ideologías particulares del gobierno comunista.
Hubo al menos 5,576 ataques aprobados por el gobierno contra iglesias el año pasado, un aumento de 171 respecto el año anterior.
En China habitan unos 97,200,000 cristianos. Representan el 6 por ciento de la población, según las estimaciones de Open Doors.
“El gobierno chino es casi solo responsable del aumento abrupto de iglesias y edificios cristianos atacados en 2019“, expresó David Curry, presidente y CEO de Open Doors.
“Sus políticas más recientes están penalizando a los cristianos minoritarios de maneras sin precedentes. Si continúan por este camino, serán el mayor violador de los derechos humanos en todo el mundo “, comentó.
Entre los múltiples ejemplos de persecución prevalece, la prohibición de venta en línea de Biblias; presionar a maestros y personal médico para firmar documentos negando su fe religiosa.
Igualmente, se les amenazó a las personas de la tercera edad con reducir el monto de sus pensiones si no renuncian al cristianismo.
Se reportaron iglesias destruidas, pastores encarcelados, arrendadores de locales que fungían como iglesias presionados para cancelar contratos de alquiler, creyentes y líderes religiosos monitoreados, entre otras restricciones.
También, se prohibió a jóvenes menores de 18 asistir a la iglesia.
Curry está instando al gobierno de Estados Unidos a abordar las violaciones de la libertad religiosa de China en futuros acuerdos comerciales.
“La primera fase del nuevo acuerdo comercial de los Estados Unidos con China no cambia el hecho de que China es un violador masivo de los derechos humanos, particularmente las violaciones de la libertad religiosa contra cristianos, musulmanes y tibetanos“, comentó Curry.
“La fase dos debe abordar esto si queremos ver relaciones normalizadas”.
Las iglesias dentro de China deben registrarse ya sea en el Movimiento Patriótico de los Tres Autónomos o en la Asociación Católica Patriótica China. Debido a que tales congregaciones enfrentan regulaciones extremas.
