La organización Voz de los Mártires que apoya a la iglesia perseguida en todo el mundo, reveló que ser cristiano en Corea del Norte significa usar tácticas encubiertas, como espías, para orar y leer la Biblia. Porque si eres descubierto el costo es alto y se puede pagar incluso con la vida.
“El régimen de Kim Jong-un en Corea del Norte es más que una máquina política o incluso una fuerza militar y policial. También es una religión, a la que llaman ‘Juche’ o autosuficiencia”, dijo Todd Nettleton, portavoz de Voz de los Mártires, informa Fox News.
«Este aspecto religioso sustenta a todo el régimen y enseña que los miembros de la familia Kim no son solo líderes políticos, sino seres divinos», añadió.
Durante años, los misioneros han contrabandeado creativamente fragmentos de Biblias para ayudar a la iglesia clandestina en la nación comunista de Kim Jong-un, donde se le considera el único Dios.
Los norcoreanos aprenden himnos de alabanza a Kim Il-sung, el fundador de la nación y al líder actual, Kim Jong-un. A los estudiantes de kindergarten se les enseña a decir una oración antes de comer: «Gracias, Padre Kim Il-sung, por nuestra comida».
Incluso los textos bíblicos han sido cambiados: el versículo de Mateo 18:20, que dice, «donde dos o tres se encuentran en mi nombre, allí estoy», tiene una versión diferente en Corea del Norte: «donde dos o tres se encuentran juntos o tres, uno de ellos probablemente sea un espía».
Igualmente, la propaganda en el país alienta a los ciudadanos a adorar el comunismo y exhibe obras de arte que muestran a occidentales y cristianos matando violentamente a coreanos.
Un desertor norcoreano que se convirtió al cristianismo, dijo que le enseñaron que los cristianos podían extraer sus órganos.
“El cristianismo no es solo una religión ‘extranjera’ o una lente filosófica diferente. ¡Es traición! Si ‘Jesús es el Señor’, entonces, por definición, Kim Jong-un no lo es. Esta idea es tan peligrosa para el régimen que simplemente no puede extenderse dentro de Corea del Norte», explica Nettleton.
Asimismo, el castigo por ser cristiano o ser sorprendido con una Biblia puede ser severo. «En el mejor de los casos, los llevarían a un campo de concentración. En el peor de los casos, se enfrentarían a una ejecución inmediata», afirmó.
Por último, agrega que: «Debido a que el cristianismo es muy peligroso para el régimen, los padres e hijos de los cristianos también serían colocados en campamentos, durante tres generaciones, para garantizar que el cristianismo no se propague”, concluyó Nettleton.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com