Desde el pasado 1 de enero, Corea del Sur hizo oficial la despenalización del aborto, luego de que en 2019 un Tribunal capitalino emitiera una sentencia en la que se declaró inconstitucional la prohibición para tal práctica.
Gein Young, líder de una asociación pro-aborto, dijo que “los miembros de la Asamblea Nacional no estuvieron de acuerdo en cambiar la ley existente. Pero, la ley debía expirar después de la sentencia del Tribunal Constitucional de abril de 2019, que la declaró ilegal”.
“ Las disposiciones penales sobre el aborto en la ley que lo criminalizaban ya no están vigentes a partir del 1 de enero de 2021. Estoy muy feliz de compartir esta buena noticia de Corea del Sur”, agregó.
En el país asiático el aborto puede hacerse de forma voluntaria con el simple alegato que no se trata de una gestación deseada, y no como hasta hace menos de una semana que la condición era haber sido víctima de violación o estar en riesgo de muerte a causa del embarazo.
Esta decisión de la legislación surcoreana se da un día después que en Argentina se legalizara la interrupción del embarazo, hasta las 14 semanas de gestación.
Por supuesto, se han derivado reacciones tanto de la corriente social que está a favor, como de los denominados provida, quienes han dicho que trabajarán para cambiar este escenario y que nuevamente se criminalice lo que consideran una “matanza de bebés”, poniendo de manifiesto sus principios basados en el cristianismo.
Mientras esto sucede, en Corea del Sur hay médicos encarcelados por negarse a practicar abortos.
Por otro lado, hay mujeres que exigen que después de abortar el Gobierno les garantice beneficios de seguridad social.