Un reciente informe de la Organización Persecution Relief, revela que en la India, a pesar del confinamiento impuesto debido a la pandemia, los crímenes de odio han aumentado en contra de los cristianos hasta en un 40%.
Basado en un reporte semestral de la organización , durante el primer semestre de este año, los datos arrojan un estimado de 293 incidentes en contra de los cristianos, en los primeros seis meses del año.
El grupo PR afirma tener documentos que confirman los casos de odio contra cristianos. El informe expresa que “en comparación con el número de 208 incidentes del año pasado, este año ha visto un aumento desconcertante del 40.87%, a pesar del bloqueo nacional completo, se impuso durante casi tres meses”.
Los estados donde se presentaron más casos de violencia en la India son: Uttar Pradesh (63), Tamil Nadu (28) y Chhattisgarh (22).
Para Shibu Thomas, el fundador de la organización: “La crueldad violenta de estos crímenes expone la mentalidad y actitud contaminadas de los extremistas religiosos de estos días y época”.
Estos actos son parte de una cruzada aterradora y peligrosa del nacionalismo religioso, y también de la intolerancia religiosa que ahora ha alcanzado su punto máximo.
Desde que Persecution Relief, comenzó a operar en la India, se han reportado más de 2.000 casos con respecto a este tipo de crímenes.
La organización se fundó en 2016, con la misión de brindar apoyo a la Iglesia india perseguida al vincularla con la Iglesia libre del mundo. La iniciativa fue tomada por Shibu Thomas, un predicador evangélico indio y emprendedor social.
Open Doors, otra prestigiosa organización dedicada a la defensa de la libertad religiosa, posiciona a India como el décimo país con más persecución a los cristianos en el mundo.
En la India desde el 2014, cuando ganó el poder el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata, la persecución contra las minorías religiosas ha aumentado, y muchas veces se acusa a los gobernantes de permitir que ocurran estos ataques con impunidad.
Recientemente en la India muchos de los ataques han sido en gran parte por grupos de nacionalistas hindúes.
Muchos de estos organismos registran que sorprendentemente el gobierno les apoya y no los detiene. Se registran casos donde la policía y la administración local se ponen al lado de los fundamentalistas religiosos, lo que conlleva a acciones de acoso, intimidación, persecución, aprehensiones ilegales y hasta la muerte.
