SIRIA. – Una mujer cristiana armenia que vivía en la ciudad de Idlib, en Siria, murió apedreada después de nueve horas de tortura. Su cuerpo fue encontrado el martes (9) de la semana pasada.
La autopsia reveló que Suzan Der Kirkour, de 60 años, fue torturada y violada repetidamente desde la tarde del lunes (8) hasta la mañana del martes, durante aproximadamente nueve horas. Luego ella fue apedreada hasta la muerte.
El incidente fue confirmado por la organización francesa SOS Chrétiens d’Orient, quien escribió en una declaración que el ataque fue llevado a cabo por los yihadistas del Frente Al-Nusra.
“Como mártir, Suzan se une al cielo con miles de hermanos cristianos que murieron en la arena de la barbarie”, dijo SOS Chrétiens d’Orient.
Suzan era una cristiana jardinera y una profesora de árabe. Incluso jubilada, fue voluntaria muchas veces en Kneye’s Village Church, donde ayudó a las jóvenes a obtener su licenciatura.
La iglesia estaba preocupada por la ausencia de Suzan, fue cuando los feligreses encontraron su cuerpo fuera de Al-Yaqoubiyeh, su aldea.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos también comentó sobre el incidente. “Su cuerpo fue encontrado con marcas de tortura y, según la medicina forense, la mujer había sido torturada durante aproximadamente 9 horas antes de ser apedreada por personas no identificadas”, dice el informe.
Entre los lugareños, la información es que el ataque contra la cristiana Suzan fue realizado por miembros de Al-Nusra, que mantienen una fuerte presencia en Idlib.
Al-Yaqoubiyeh es una aldea cristiana, pero la mayoría de las mujeres abandonaron la región debido a los terroristas. Algunos estiman que solo 18 mujeres, incluida Suzan, vivían en el pueblo.
“Suzan fue un pilar en su comunidad. Su muerte prematura y la forma de su asesinato es horrible. Esto profundiza aún más la sombra de los cristianos que permanecieron en Siria durante casi una década de conflicto violento”, dijo Claire Evans, gerente regional de International Christian Concern para el Medio Oriente.
La guerra civil en Siria se desató durante ocho años, abriendo las puertas al extremismo islámico.
El Frente Al-Nusra, la rama siria de Al-Qaeda, y muchos otros grupos terroristas están activos en Idlib. La mayoría de los cristianos huyeron del país, aunque estaban alrededor del 10% de la población antes de la guerra.
“El estado de derecho, la justicia y la responsabilidad deben ser restaurados en Siria. De lo contrario, seremos testigos del lento pero feroz exterminio del cristianismo en un país donde ha existido por más de 2,000 años”, agrega Evans.