COLOMBIA. – Soraya (nombre ficticio por su seguridad) es una de las niñas indígenas que fue acogida en el albergue que la organización Puertas Abiertas mantiene en el norte de Colombia para los hijos de cristianos perseguidos y menores que atraviesan por persecución a causa de su fe. Ella viene de una región colombiana donde el acoso a los cristianos es más severa.
La joven fue llevada contra su voluntad para someterse a un matrimonio arreglado por los líderes tribales de su comunidad. Ella deberá casarse con un hombre no cristiano, pues ese es un medio usado para hacer que las jóvenes “vuelvan” a su antigua creencia.
Desde el comienzo de este año, Puertas Abiertas no tiene noticias de ella. Soraya ya había expresado su preocupación sobre el asunto, sin embargo, nunca imaginó que ella misma sería detenida a la fuerza por su propia familia.
Muchos de los jóvenes cristianos indígenas son los únicos cristianos de la familia, lo que hace que sus padres sean sus propios perseguidores.
Entre 2016 y 2017, se registraron casi 1.600 casos de indígenas violados y hostigados a causa de su fe en Cristo. Dentro del cuadro de violencia sexual, tanto las muchachas como los muchachos se ven obligados a casarse con no cristianos. En muchos casos, las niñas son sometidas a abuso sexual en su propia aldea.
“Intercede por la vida de Soraya, que está totalmente aislada en su comunidad indígena en las montañas, lejos de cualquier comunicación. Clama al Señor por la Iglesia Perseguida de Colombia, que está en la posición 47º en la Lista Mundial de la Persecución 2019”, pidió Puertas Abiertas.