Dos jóvenes cristianas las convirtieron a la fuerza al Islam, unos musulmanes que las habían contratado como limpiadoras de casas, en Lahore (Pakistán). Los hombres no permiten que las cristianas salgan de su lugar de trabajo a visitar a sus familiares.
Las jóvenes son identificadas como Maham Manzoor, de 18 años, y Anum Manzoor, de 20.
Nasreen Bibi, tía de las cristianas, aboga por ellas luego que los empleadores independientes de cada una de las hermanas, las obligaron a convertirse al Islam y las retienen contra su voluntad.
Bibi ha manifestado que el caso es de conocimiento de las autoridades. Pero, ellos no han hecho nada al respecto, al parecer lo permiten.
“Tanto Anum como Maham las convierten a la fuerza para ser esclavas, la policía y el tribunal, lamentablemente, actuan como facilitadores de este crimen”, dijo Bibi a la prensa internacional.
La tía de las chicas y su esposo, eran los protectores de las dos hermanas, desde hace cinco años, cuando su hermano murió y la madre de las niñas las abandonó.
Bibi es miembro de la Iglesia de Pakistán y fue ella quien encontró el trabajo para las dos niñas como sirvientas a tiempo completo en hogares musulmanes.
Asegura, que antes de contratarlas ninguno de los empleadores habló con respecto a una conversión al Islam.
Bibi planeaba llevar a las dos hermanas de compras para comprarles ropa nueva, por tal razón llegó por primera vez a buscar a Maham a la casa donde trabajaba.
Tocó el timbre durante casi una hora sin que nadie respondiera, hasta que finalmente apareció la pareja musulmán.
“Estaba claro que querían que me fuera de allí, sintiendo que algo andaba mal, comencé a golpear la puerta con una piedra y a gritar los nombres de la familia a todo pulmón. El clamor los obligó a abrir la puerta y dejarme entrar”, relató.
La pareja musulmana, Muhammad Asim y su esposa Asma, se negaron a dejar ver a Maham, alegando que se había convertido al Islam y no quería verla, dijo Bibi.
Más tarde la mujer recibió una llamada de los musulmanes, quienes le decían que se olvidara de sus sobrinas pues no la volverían a ver más.
La tía de las víctimas ha acudido a todos los entes competentes con el fin de rescatar a las jóvenes conversas.
Las niñas y mujeres cristianas secuestradas en Pakistán, comúnmente las amenazan con asesinar a sus familiares, si se niegan a convertirse al Islam, por su propia voluntad.