Sajjad Masih, es un cristiano de 36 años, miembro de la iglesía paquistaní Adventista del Séptimo Día, a quien en 2013 la justicia de ese país condenó a cadena perpetua por blasfemar contra el Islam.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Gojra, procincia de Ponjav, en el año 2011, cuando presuntamente Masih envió un mensaje de texto a un musulman, contrariando los preceptos de su libro sagrado.
Este hecho desencadenó toda una investigación judicial, como es común en esta nación, e inmediatamente las autoridades lo condenaron.
Tras conocer su estado, la defensa de Masih interpuso una apelación, la cual según su familia se ha dilatado sin motivos durante siete años.
Ahora la ley ha determinado que el cristiano no enfrentará una cadena perpetua, sino una pena de muerte.
“El juez Shahzad ha remitido la apelación a un banco de la división evitando la presión de los abogados de KNF, es probable que esta apelación, como otras apelaciones similares, continúe retrasándose debido al factor miedo”, explicó su familia antes de saber que sería sentenciado a muerte.
La ley es Paquistán plantea que “quien por palabras, que se hablen o escritas, o por representación visible o por cualquier imputación, insinuación directa o indirectamente, profana el nombre sagrado de la El Santo Profeta Muhammad (la paz sea con él) se le castiga con la muerte o cadena perpetua, y también se le multará “.
El Tribunal Federal Shariat fijó la pena de muerte como el único castigo posible por blasfemia, a partir de ello son cientos los casos de denuncia.
Algunas de las acusaciones son falsas, y esto a su vez ha derivado en decenas de riñas con desenlaces fatales.
A pesar de este escenario, no se ha ejecutado en este país ninguna pena de muerte por blasfemia. Las autoridades que se oponen a tal condena, han cuestionado el hecho de que las cárceles se estén llenando de sentenciado a muerte.
Por su parte, los cristianos han pedido que también haya condenas para los falsos acusadores.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com