Los pastores Ramón Rigal y Ayda Expósito de la Iglesia de Dios en Cuba fueron condenados y encarcelados por dos años y 18 meses, respectivamente, por delitos de “actos contrarios al desarrollo del menor” y “asociación ilícita”.
La condena llegó del tribunal de la ciudad de Guantánamo después de que la pareja eligiera proporcionar educación en el hogar a sus hijos, Ruth Rigal, de 13 años, y Joel Rigal, de 9 años, con la ayuda del Colegio Hebrón de Guatemala.
“Vi a mi padre todas las mañanas orando, oraba 3 veces al día. Ahora es muy difícil no verlo a él ni a mi madre. Mi hermano menor cada vez que tiene que ir a la escuela, me abraza y llora mucho. Está traumatizado y no quiere ir a la escuela”, dice Ruth Rigal, la hija de la pareja.
Los pastores educaron a los niños con CD y material impreso, así como algunas clases de internet. Ruth dijo que los padres fueron llevados temprano en la mañana y el material les fue confiscado.
“Estaban vestidos de civil y registraron toda nuestra casa”, dice.
Después del juicio contra los pastores, se informó a la abuela paterna de los niños, Nori María Rodríguez, que, si los niños no asistían a la escuela, serían enviados a la patria, una institución para niños sin hogar.
Según la organización Open Doors, la familia ha estado recibiendo ayuda financiera para mantener a los niños mientras sus padres están en prisión.