¿Te imaginas vivir con el coronavirus, perseguido por ser cristiano y sin tener que comer? esto es lo que viven muchos de los seguidores de Jesús en las regiones de África, situación muy poco conocida ante el mundo pero que es real.
En la ciudad de Nbra Zongo, en el estado de Plateau, en el norte de Nigeria, existen grupos de cristianos que liberan sus propias batallas. Hoy vivos de milagro, resistiendo ante las adversidades de la vida y esperando una salida a su situación.
La organización Puertas Abiertas a través de su equipo de servicios en África, está alertando al mundo de esta situación mientras la persecución contra los cristianos continúa en medio de la escasez de alimentos de Covid-19.
Los extremistas atacan a los cristianos y explotan la pandemia para reclutar jóvenes en sus filas, los creyentes luchan por sobrevivir a la grave escasez de alimentos, la negación del alivio del gobierno y la falta de atención médica, todo combinado para una situación potencialmente desastrosa en continente más grande del mundo.
Historias como la de Rose deben divulgarse para que el mundo entero sepa, cómo viven los cristianos en esta etapa de crisis mundial y de olvido. Ella es una mujer que hasta hace solo tres meses era la esposa de un pastor.
Su esposo Matthew fue asesinado a balazos por extremistas musulmanes fulani. Hoy,ella es viuda y madre de tres hijas que viven en medio de los confinamientos por el Covid-19 y grave escasez de alimentos.
Rose cuenta que en una ocasión llegó un hambre severa y no tenían comida. “No había dinero para comprar comida. No podíamos cambiar nada por dinero, porque los mercados estaban cerrados. Ni siquiera tengo la fuerza para hacer un trabajo riguroso para alimentar a mis hijos”.
“Era la temporada del mango, así que nos alimentamos de los mangos, pero la temporada ya ha terminado” … A veces nos vamos a dormir sin comer. Solo pongo mi confianza en Dios para ayudarme. Y hoy estamos entre los vivos. Es un milagro”.
Rose al igual que otros cristianos han logrado sobrevivir gracias a la ayuda de las iglesias locales. Muchas de esas comunidades cristianas han quedado devastadas por los efectos del Covid-19 y la cuarentena.
El bloqueo ha impactado enormemente su capacidad de ayudar a las personas necesitadas, y debido a la pérdida de ingresos, muchas personas necesitadas buscan siempre ayuda.
Rose y su familia, al igual que muchas otras historias desconocidas de cristianos en situaciones similares representan la realidad desgarradora que África está viviendo.
Aparte de las amenazas de persecución, miles de creyentes no solo están sufriendo por la decisión de seguir a Jesús, sino que ahora son doblemente vulnerables ante el impacto de la pandemia global.
Los agentes de persecución en África son varios. La realidad de la persecución en África es tan masiva como el continente en sí.
En un continente con una extensión de más de 30 000 000 km² y formado por 54 países, es imposible establecer una regla general que defina la persecución a los cristianos en todo el continente.
En países como Eritrea la paranoia dictatorial y el absolutismo del presidente, han causado que miles de personas tengan que huir del país.
En las zonas más remotas del país, los cristianos tienen problemas con la aceptación del cristianismo entre las comunidades, regidas por el culto a los ídolos o dioses menores tradicionales africanos.