Los cristianos en Corea del Norte están siendo esclavizados, violados, torturados y asesinados a un ritmo alarmante bajo el liderazgo de Kim Jong-Un, de acuerdo con un nuevo informe de Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, por sus siglas en inglés).
En el informe llamado “Negación Total: Violaciones a la Libertad de Religión o la Creencia en Corea del Norte”, CSW dijo que la libertad religiosa "es en gran parte inexistente".
"Las creencias religiosas son vistas como una amenaza para la lealtad exigida por el líder supremo, por lo que cualquiera que tenga estas creencias es perseguido severamente", precisa el informe.
"Los cristianos sufren significativamente debido a las etiquetas anti-revolucionarias e imperialistas unidas a ellos por la dirección del país".
Los incidentes documentados contra los cristianos incluyen "ser colgados en una cruz en llamas, ser aplastado por una aplanadora, llevados a un puente y pisoteados”.
Esta lista incluye cosas como "el asesinato extrajudicial, el exterminio, la esclavización o trabajo forzoso, traslado forzoso de la población, las detenciones arbitrarias, la tortura, la persecución, la desaparición forzada, la violación y la violencia sexual; entre otros actos inhumanos".
Como resultado de estos actos violentos, los creyentes se ven obligados a practicar su fe en secreto. El régimen de Corea del Norte estima que hay unos 13.000 cristianos en el país, pero los líderes cristianos creen que el número es mayor.
Ministerios Internacionales Cornerstone dijo a Christian Today que el número podría ser tan alto como 200.000 a 300.000.
La persecución es muy severa, incluso para aquellos que no practican el Cristianismo, sino asociado con los cristianos. A menudo se encuentran en problemas.
"Una política de culpabilidad por asociación aplica, lo que significa que los familiares de los cristianos también son detenidos, independientemente de si comparten las creencias cristianas", comenta el informe. "Incluso los norcoreanos que han escapado a China, y quienes son o llegan a convertirse en cristianos, a menudo son repatriados y posteriormente encarcelados en un campo de prisioneros políticos".
A pesar del riesgo, hay 121 instalaciones religiosas en el país y se cree que hay cerca de 500 iglesias en las casas, aunque los números son difíciles de confirmar.
El régimen es activamente hostil a la religión y a los creyentes religiosos, tanto a nivel nacional como internacional. Muchos norcoreanos están sufriendo a causa de su fe, y la comunidad internacional tiene que actuar con urgencia para poner fin a la impunidad y garantizar la rendición de cuentas, dice el informe de CSW.
“La ONU y otros miembros de la comunidad internacional deben garantizar que los derechos humanos sean fundamentales en las negociaciones con Corea del Norte ... se deben hacer todos los esfuerzos posibles para buscar la rendición de cuentas y la justicia para el pueblo de Corea del Norte, que sufren violaciones de los derechos humanos en una escala sin precedentes en el mundo moderno", concluye el escrito.
