NIGERIA.- Cuando ocurren atentados terroristas en grandes centros, los medios de comunicación pronto destacan. Sin embargo, los titulares siempre son impersonales, como si una bomba, un autobús o un automóvil pudieran ser responsabilizados por el rastro de destrucción. Aunque los hombres responsables de los ataques la mayoría de las veces griten “Alá es el más grande” y juran fidelidad al Estado Islámico (o similar), los grandes órganos de prensa se apresuran a decir que la motivación no fue religiosa.
Por eso, cuando los cristianos del estado de Kaduna, en Nigeria, fueron asesinados durante la Navidad, el silencio sobre el tema fue ensordecedor. En el primer ataque, realizado por miembros musulmanes de la etnia fulani, cuatro personas murieron y 10 resultaron heridas en la aldea de Nimdem, el día 23. Todas las víctimas eran miembros de iglesias locales.
El pastor Gideon Mutum dijo a la ONG internacional Christian Concern que ellos fueron asesinados “durante una presentación de canciones navideñas, presentadas junto con una predicación al aire libre”. Hay personas gravemente heridas que continúan ingresadas en hospitales de la región.
El segundo atentado, en la misma área, resultó en seis personas muertas, incluyendo un niño de seis años de edad. El representante de la Asamblea Nacional, Shehu Nicholas Garba, declaró a la prensa: “Estos ataques recientes desafían toda lógica humana, pues no ocurrió nada que lo justificara. El hecho de ocurrir en vísperas de Navidad es la demostración del total desprecio de los asesinos por nuestra religión”.
Nigeria se enfrenta una guerra religiosa desde hace más de 5 años. El norte del país ya está dominado por los yihadistas del Boko Haram. En otras partes del país, los fulani invaden territorio de los cristianos, saquean lo que pueden, destruyen iglesias y tienen como objetivo preferencial a los cristianos. El gobierno trata como conflicto étnico, pero no ha tomado ninguna medida para impedir que las muertes continúen.
Según la International Christian Concern (ICC), que monitorea casos de persecución religiosa en todo el mundo, en 2017 se produjeron más de 100 ataques contra aldeas cristianas por jihadistas fulani que dejaron más de 200 muertos.
[ Fuente: Christian Today ]