SHANXI, CHINA.- La reciente demolición de una iglesia evangélica en China, está provocando temores de una campaña más amplia del gobierno contra los cristianos, que se prepara para imponer nuevas leyes sobre la religión.
Según testigos, fuerzas de la Policía Armada del Pueblo usaron excavadoras y dinamitas para destruir la iglesia Golden Lampstand este miércoles (10) en la ciudad de Linfen, en Shanxi. Una iglesia católica en la provincia vecina también habría sido demolida en el mes anterior, tras 20 años de funcionamiento.
La Golden Lampstand reúne a unos 50.000 fieles y ya fue objeto de las autoridades en 2009, cuando cientos de policías invadieron el templo, incautaron biblias y arrestaron a algunos de sus líderes.
Según estimaciones del gobierno, existen en China unos 60 millones de cristianos, muchos vinculados a congregaciones como la Golden Lampstand – considerada una iglesia no aprobada por el Estado. La denominación fue acusada de violar códigos de construcción y acuerdos sobre el uso del terreno, que son acusaciones comunes contra iglesias no registradas.
El pastor de una iglesia cercana llegó a la Golden Lampstand luego de la explosión y dijo que había “más policías de lo que yo podría contar” para evitar que una multitud de curiosos y fieles se acercaran al lugar.
“Mi corazón se quedó triste al ver esa demolición y ahora temo que más iglesias sean demolidas, incluso la mía”, dijo el pastor que prefirió no ser identificado. “Esta iglesia fue construida en 2008, no había razones para destruirla ahora”.
La iglesia Golden Lampstand fue construida hace una década por 17 millones de yuanes (equivalente a 2.6 millones de dólares), de acuerdo con el pastor principal Yang Rongli. Yang cumplió siete años de prisión bajo acusación de “organizar una multitud para perturbar el orden del tránsito” y estuvo bajo vigilancia desde que fue liberado en octubre de 2016.
“Creo que esto puede ser un nuevo estándar contra cualquier religión independiente con un templo o la intención de construir uno”, dijo Bob Fu, fundador de la organización China Aid. “Esto también puede ser el preludio de la aplicación de nuevas regulaciones sobre la religión que comienzan a valer en febrero”.
[ Fuente: Christian Post ]