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Devocional: A la espera

Por: Mendoza Daniel
Devocional: A la espera
Fecha: Viernes, 10 de abril del 2020 ID: 201700003590

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Mateo 26:53 ¿No te parece que yo puedo orar a mi Padre, y que él puede mandarme ahora mismo más de doce legiones de ángeles? 

Cuando pensamos en las personas involucradas en el arresto, sufrimiento y muerte de Jesús, a menudo olvidamos a quienes están presentes sin ser vistos: doce legiones de ángeles prontas para la acción ante una sola palabra del Padre… alrededor de sesenta mil ángeles, cada uno de ellos esperando ansioso que se le permita intervenir. Todos ellos estaban afligidos e indignados al ver lo que le estaban haciendo a Jesús, pero aun así se mantenían completamente obedientes a la voluntad de Dios, por más difícil que fuera estar a la espera.

Debe ser difícil ser ángel: saber que se tiene el poder de ayudar y, sin embargo, tener que estar a la espera porque la voluntad de Dios se está llevando a cabo de una manera más lenta, más terrible y gloriosa de lo que jamás se podría haber imaginado. Tener que abstenerse de intervenir y de tomar el control de la vida de otra persona, por más que sea para mejorarla, y en cambio respetar el libre albedrío dado por Dios, tal como lo hace el Señor que lo creó.

Si eres padre/madre, maestro, pastor o educador, sabes de qué estoy hablando. Incluso quienes no lo somos a veces tenemos una terrible necesidad de reorganizar la vida de nuestros amigos porque "sabemos mejor". Y sin embargo, sin una invitación de la persona o una orden de Dios, no podemos. ¡Qué difícil es!

Gracias a Dios que él no está bajo las mismas restricciones. Cuando llega a ayudarnos y sanarnos, lo hace bien. Él no empeora las cosas con su intromisión, pues sabe cuándo respetar nuestro libre albedrío y cuándo responder a nuestros pedidos de misericordia… como lo hizo al darnos su mejor bendición: la vida, el sufrimiento, la muerte y la resurrección de su hijo Jesús.

LA ORACIÓN: Gracias, Padre, por cuidarnos con tu sabiduría y misericordia, especialmente cuando pasamos por tiempos difíciles. Amén.

PREGUNTAS DE REFLEXIÓN:

¿Alguna vez te has alegrado por no haber intervenido, y si es así, en qué situación y por qué?

¿Alguna vez has querido que Dios interviniera y después te alegraste de que no hiciera lo que tú querías?

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

2 Pedro 3:9 (RVR 1960)

El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

Palabras Claves: A la esperaReflexiones

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