Mat 6:31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Preocuparse es ser como un incrédulo.
Para nosotros los creyentes, la preocupación es innecesaria debido a la generosidad de Dios, no tiene sentido, debido a la promesa de Dios de proveer, inútil, por nuestra incapacidad de hacer nada y es falta de fe, porque al hacerlo nos ponemos en la misma categoría que un incrédulo. En Mateo 6:32 el término griego traducido como “gentiles” también se puede traducir como “paganos” y habla de gente sin Dios y Cristo.
Los gentiles se consumen con la búsqueda de la gratificación porque son ignorantes de la provisión de Dios y no pueden reclamar Su promesa de provisión. En lugar de buscar a Dios, ellos ansiosamente tratan de satisfacer sus necesidades por sí solos. Pero para un cristiano estar preocupado con las posesiones materiales y preocuparse por las cosas básicas de la vida es un pecado serio y no es característico de su fe cristiana.
La fe cristiana dice que Dios suplirá todas tus necesidades y que puedes confiar en Él (Filip 4:19) Preocuparte por tu comida o tu bienestar físico o tu ropa es tener una mente mundana ¿Y tú? ¿Enfrentas la vida como un cristiano o como un incrédulo? Cuando las cosas son difíciles o el futuro es incierto, ¿cómo reaccionas? ¿Tu fe cristiana afecta tu perspectiva de la vida? Debes poner todo en tu vida en el contexto de tu fe, toda prueba, toda anticipación del futuro y toda realidad presente.
La fe cristiana también dice que “tu Padre Celestial conoce todas tus necesidades” (Mat 6:32) si Él conoce tu vida y tus necesidades, todo lo que necesitas saber es que a Él le importas, y si Él sabe y le importas, no hay necesidad para que te preocupes por nada. Tu Padre Celestial tiene todos los recursos y amor para proveerte.
Por John MacArthur