Juan 10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entra, será salvo.
¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras en un callejón sin salida? Hay momentos en la vida en que no logramos ver ninguna salida. Nos vemos rodeados y oprimidos y, lo que es peor, sin fuerzas para cambiar esa situación.
Esto no ocurre solamente en nuestra vida personal o profesional, sino también en nuestra vida espiritual. En esos momentos es bueno que recordemos que Dios viene a nuestro encuentro y nos abre la puerta. Esa puerta es Jesús quien, por medio de su sacrificio en la cruz, nos abrió la puerta que nos conduce a la vida eterna.
Jesús es la única puerta que nos lleva al Padre. Si tienes a Cristo en tu vida, nunca estarás solo. Deja tus problemas en sus manos y confía. Él hará lo mejor para ti. Acuérdate que no siempre lo que pides o quieres es lo mejor. Sólo Jesús sabe lo que es mejor para tu vida.
ORACIÓN: Gracias, Señor Dios, porque enviaste a Jesús. Él es la puerta de mi salvación. Sé que él siempre hará lo mejor para mí. Amén.