2 Ped 1:5-9 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
Si no practicas las virtudes espirituales ahora, olvidarás su significado más adelante.
Amnesia mental y miopía, ambas son enfermedades no deseadas. La miopía hace que los ojos de la gente se enfoquen en rayos paralelos de luz enfrente de la retina. Ellos pueden ver claramente las cosas frente a ellos, pero entre más lejos miran, más fuera de foco se ponen los objetos. Amnesia por supuesto es pérdida de la memoria. A veces es selectiva pero generalmente es total, todo antes de cierto incidente o cierto tiempo. Generalmente causa que la gente olvide su nombre, su familia y todo acerca de su identidad y trasfondo. Esos dos impedimentos deben aún ser menos agradables en el nivel espiritual.
Creyentes profesos que no dan fruto se convierten en miopes espirituales. Ellos se enfocan en modas temporales y tendencias pasajeras mundanas. Para cuando tratan de mirar hacia la eternidad, todo está tan fuera de foco que ellos no lo ven. Aquellos con amnesia espiritual, como no ven ningún aumento de virtud espiritual en sus vidas, olvidan que fueron salvados de su estilo de vida pecaminoso. No recuerdan la “purificación” espiritual que ocurrió en sus vidas, una profunda limpieza interna. Si no persigues diligentemente la virtud espiritual y la excelencia moral, tendrás una visión muy borrosa de tu verdadera condición. Quizá conectes una acción externa o una experiencia emocional cuando profesaste a Cristo, pero no tendrás un sentido de seguridad.
El comentarista Richard Bauckham lo explicó así: “El conocimiento de Jesucristo, (v8) recibido en la conversión, fue como una iluminación para aquellos que eran ciegos en su ignorancia (2 Cor 4:4) pero cristianos que no llevan a cabo las implicaciones morales de este conocimiento se han vuelto realmente ciegos” Con respecto a 1 Pedro 1:5-9, todo se resume en esto: si ves que tu vida crece en virtud moral, tienes una prueba de salvación y una razón de seguridad. Si no ves que tu vida crezca en virtud, no tienes esa prueba de salvación. Sé diligente para evitar la miopía espiritual y la amnesia en tu vida.
Por John MacArthur
