Job 5:12 Él deshace las maquinaciones de los astutos, para que no prospere la obra de sus manos.
Los soldados que están tratando de llevar paz y esperanza a una provincia en el sur de Afganistán, están sorprendidos de que las tropas del Talibán estén cambiando sus tácticas de confrontación: ya no tratan más de enfrentarlos cara a cara, sino que ponen sus trampas (o sea, esconden bombas), y esperan al acecho.
Uno de estos soldados, evaluando al enemigo, comentó: “Uno piensa que personas sin educación no deberían ser tan ingeniosas, pero realmente tienen algunas tácticas muy astutas”.
Creo que esa es una evaluación honesta, ya sea con respecto al Talibán, como cuando se trata de describir las tácticas del diablo.
El malvado adversario del mundo es sumamente ingenioso. Usando algunos de los trucos más viejos, él confabula, planea, espera, y luego actúa. Es increíblemente engañador y paciente en elucubrar sus tentaciones especialmente diseñadas para atraernos y destruir nuestras almas.
Gracias a Dios que los cristianos no estamos desarmados en nuestra pelea contra tal maligno, sino que tenemos un Salvador que está constantemente a nuestro lado; al Espíritu Santo, que nos da sabiduría y fuerzas, y la Palabra de Dios, que describe los engaños del demonio y nos enseña cómo vencerlo.
Por la misericordia de Dios estamos armados para enfrentar la pelea diaria. Por el poder de Dios emergeremos victoriosos el día final.
Es cierto que quizás quedemos ensangrentados y con cicatrices, pero vamos a ser triunfadores. Pablo lo dijo muy bien: “Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).
ORACIÓN: Señor Dios, nuestro enemigo Satanás es un adversario ingenioso y hábil. Ayúdanos a mantener siempre presente el hecho que, en ti, tenemos un Aliado que gana las batallas y salva almas. Úsame en esta batalla, y permite que otros vean lo que tú has hecho por mí. En tu nombre. Amén.