Efe 5:17 por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
La voluntad de Dios se revela en Su Palabra.
¿Cómo puede un cristiano caminar sabiamente y conocer la voluntad de Dios para su vida? La voluntad de Dios se nos revela de forma explícita en las páginas de las Escrituras. La voluntad de Dios es que seamos:
* Salvos “esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador quien quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2:3-4; compara con 2 Ped 3:9)
* Llenos del Espíritu Santo “no seas insensato, sino entendido de cuál es la voluntad del Señor. Y no os embraguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu” (Efe 5:17-18)
* Santificados “esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación” (1 Tes 4:3)
* Sumisos “Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, y a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” (1 Ped 2:13-15)
* Suframos por amor a Él “Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal” (1 Ped 3:17)
* Seamos agradecidos “dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tes 5:18)
Quizá digas “esos son buenos principios, pero ellos no me dicen a qué escuela debo asistir o con quién me debo casar” pero si tú eres salvo, santificado, sumiso, sufrido y agradecido, ¡puedes hacer lo que quieras! Eso es lo que el salmista quiso decir cuando dijo: “deléitate en el Señor y Él te concederá las peticiones de tu corazón” (Sal 37:4) ¿Significa eso que Él cumple los deseos? Sí, pero antes de que lo haga, Él lo pone en tu corazón. Si tú estás viviendo una vida santa, Él te dará los deseos correctos y los cumplirá.
Por John MacArthur
ORACIÓN
Señor gracias por todas las bendiciones que tengo, todas son inmerecidas, gracias por revelarme Tu voluntad en tu Palabra, para que pueda caminar sabiamente, en el nombre de Jesús, amén.