Salmo 37:23 El Señor dirige los caminos del hombre cuando se complace en su modo de vida.
Muchas personas creen, equivocadamente, aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado, el hecho de ser pecadores no nos debe llevar a la desesperación, creyendo que no hay perdón para nuestros errores.
Jesucristo es nuestro abogado delante de Dios. Pero él no intenta probar nuestra inocencia, sino que presenta su justicia, lograda con su sacrificio en la cruz, como base para nuestra absolución. Y Dios aceptó ese sacrificio de Cristo quien, con su muerte, redimió al mundo pecador. Pero esto no es algo automático, sino que el perdón y la vida les son regalados a quienes confiesan a Jesucristo como Señor y Salvador de sus vidas.
ORACIÓN: Padre celestial, alabado seas porque has enviado a tu hijo Jesús para ser mi Salvador, y también el del mundo entero. Abre los corazones de quienes aún no te conocen, para que reciban la Palabra de vida eterna. Amén.
