Hechos 9:1-20 Saulo de Tarso se encuentra con Cristo en el camino a Damasco, alterando su destino y cambiando su reputación. Este enemigo de la iglesia es transformado en un santo y apasionado discípulo de Cristo.
Él puede alterar tu destino y cambiar tu reputación.
Tu destino no está escrito.
¿Has sentido alguna vez que por malas decisiones que has tomado desperdiciaste oportunidades para vivir la vida que una vez soñaste? ¿Está tu vida llena de culpa y remordimiento? ¿Has deseado alguna vez regresar el tiempo y comenzar de nuevo?
Desafortunadamente, no puedes revivir el pasado. Pero tu pasado no tiene que determinar tu futuro. Dale tu futuro a Dios y Él puede transformarlo. Él puede alterar tu destino y cambiar tu reputación. Solo considera a Jacob, “el engañador”, que le quitó la bendición a su hermano Esaú. Más tarde, luchó con el Señor quien cambió su nombre a Israel, “príncipe de Dios”, y lo hizo padre de la nación que llevó su nombre.
Tenemos a Moisés, un asesino y fugitivo en el desierto cuyo destino fue alterado en una zarza ardiente. Su encuentro con Dios lo cambió a ser el libertador que liberó toda una nación de la esclavitud.
Dios está en el negocio de cambiar destinos y reputaciones. Mira a Saulo, en su camino a Damasco para arrestar a seguidores de Cristo, se encontró con el Señor en el camino, y lo cegó temporalmente, estuvo en casa de un hombre llamado Judas, mientras Dios le decía a Ananías que lo fuera a ver para que su vista fuera restaurada, Dios le dijo que sería un instrumento poderoso para llevar Su nombre a los gentiles, a reyes y a gente de Israel.
Saulo pensaba que su destino era erradicar a los cristianos. Dios cambió ese destino y reputación. Pablo se volvió un poderoso predicador que regaba el evangelio de Cristo por todo el Imperio Romano en el primer siglo. Cuando la gente vio cómo predicaba de la fe que una vez había tratado de destruir, glorificaron a Dios.
Lo que Dios hizo por Pablo, lo puede hacer por ti. ¿Has sentido como que has echado a perder tu vida? Dios puede arreglar las cosas y ponerte en el camino correcto. No hay pecado que sea más grande que la gracia de Dios. No hay hoyos tan profundos que el amor de Dios no pueda alcanzar y sacarte de ahí. Recuerda que un día de favor puede valer más que toda una vida de labor. Al mismo tiempo, un día de favor puede cambiar los errores de una vida, las malas decisiones y las oportunidades perdidas.
No dejes que la vergüenza o el desánimo de tu pasado te roben el futuro. Voltea al que puede cambiar tu destino y reputación. Deja que Dios te transforme.
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, sé que he tomado malas decisiones, he echado a perder mi vida de muchas maneras. Pero ahora quiero voltear a ti. Toma control de mi vida y destino, cámbiame y ponme en el camino que has planeado para mí. Deja que mi vida sea un testimonio de Tu poder transformador.