Juan 15:4 Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Así como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
El agricultor cultiva su plantación esperando que ella se desenvuelva bien, utiliza todos los recursos tecnológicos disponibles para que su trabajo sea recompensado con una gran cosecha. Por eso, el se irá siempre a abonar la tierra y cuidar para que las malas hierbas no ahoguen la plantación.
El agricultor sabe que sin su cuidado, la plantación, sea ella cual sea, no podrá producir nada. Dios ha hecho de todo para que nosotros, sus hijos, produzcamos muchos frutos. Dios Padre ha abonado su viñedo con la palabra del evangelio. Él permite provocaciones en la vida de los cristianos para que estos se fortalezcan, para que depositen su confianza únicamente en Jesús.
Y Jesús nos dice en su palabra: “Ustedes solo podrán dar frutos si se mantienen unidos a mi”. De nada sirve buscar alternativas. En Cristo, y solamente en él, encontramos la vida. Dios no nos deja desamparados, su cuidado es constante, él está siempre “cultivando” a cada uno de sus hijos.
Y Jesucristo está ahí, invitándonos a que nos acerquemos a él, a que confiemos nuestra vida en las manos del único que realmente puede cuidar y bendecirnos.
ORACIÓN: Amado Padre, cultiva nuestra fe y nuestra vida, para que podamos producir los frutos de amor que esperas. Perdona nuestras limitaciones y aumenta nuestra fe en el salvador Jesucristo. Amén
