Colosenses 1:19-20 Porque al Padre le agradó que en Cristo habitara toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, tanto las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Una de las mayores preocupaciones de la sociedad es con respecto a la violencia. A cada nuevo día, hechos violentos asustan a las personas. En las grandes ciudades hay una súplica para que tengamos paz. Pero la paz no es fácil de lograrse. Ella requiere esfuerzo y unión. Dios nos trae la paz por medio de Cristo.
Es necesario que confiemos en él. Cuanto más confiamos en él y anunciamos a Cristo a las personas, más tendremos paz en el mundo. Y lo más importante, obtendremos paz entre nosotros y Dios, una paz eterna con Cristo en el cielo.
ORACIÓN: Amado Dios y Padre, yo quiero la paz contigo y con mi prójimo. Sé que solamente Jesús puede darme esta paz. Ayúdame y fortalece mi fe para que yo, por medio de tu Palabra, contribuya a una sociedad de paz. Amén.