1 Ped 1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo
El gozo que experimentas después de que tu fe ha sido hallada genuina, se debe en gran parte a la certeza de la salvación y las bendiciones presentes. Pero hay un aspecto futuro también: el gozo de la recompensa que recibirás de Jesús cuando lo veas cara a cara y escuches “bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu Señor” (Mat 25:21) Pedro lo describió como la alabanza, gloria y honor que recibirás en la revelación de Jesucristo (1 Ped 1:7)
Alabanza en ese texto habla de un elogio verbal. El recibir gloria, es ser hecho igual a Cristo. Jesús es la encarnación de la gloria de Dios (Juan 1:14) pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es (1 Juan 3:2) Pablo habló de aquellos que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria y honor e inmortalidad (Rom 2:7) Como resultado ellos recibirán lo que han buscado (v10)
Pedro probablemente usó “honor” como un sinónimo de recompensa, la cual Dios otorgará a todos los que le han servido fielmente. Yo creo que esas recompensas son varias capacidades para el servicio divino y están directamente relacionadas con el servicio que el creyente dio en esta vida. Jesús dijo: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apoc 22:12) Pablo dijo “el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor” (1 Cor 3:8)
Sólo Dios es digno de alabanza, gloria y honor, pero Él te dará estos tres porque serás semejante a él porque le verás tal como Él es (1 Juan 3:2) Hasta ese entonces, sigue adelante y no pierdas lo que has logrado para que puedas recibir la recompensa completa (2 Juan 8)
Por John MacArthur