Filipenses 2:5-11 Pablo describe como Jesús se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta el punto de la muerte y entonces fue exaltado y se le dio un nombre que es sobre todo nombre.
¿Cómo cambias de “impotente” a “poderoso”? ¡Aprende el protocolo del palacio!
Si quieres tener éxito, tienes que jugar según las reglas
Solo aquellos que saben manejar bien el protocolo pueden tener poder e influencia. Y el secreto para manejar el protocolo es aprender a jugar bajo las reglas. Aquí va una regla: Todo lo del palacio está puesto para alentar y cumplir la voluntad del Rey. El palacio real no es un lugar para asuntos personales. El poder del palacio reside en los que están totalmente comprometidos haciendo la voluntad del Rey y atendiendo los asuntos de Su reino.
“Jesucristo, nuestro sumo sacerdote, ha roto el velo que nos separaba de la presencia de Dios. Ahora podemos entrar en Su presencia a través de una forma viva y nueva (o protocolo) – a través de la sangre de Jesús y a través de su obra terminada” Este es el camino de “impotente” a “poderoso”.
Nuestro siguiente paso es entender de donde viene nuestro poder. No tenemos poder en nosotros. Así como un aparato eléctrico tiene poder sólo cuando está conectado a la corriente, nosotros tenemos poder sólo cuando estamos conectados a Cristo. Jesús dijo “yo soy la vid, vosotros los pámpanos, el que permanece en mí y yo en él, llevará mucho fruto, pero sin mí, nada podéis hacer”. En Hechos 1:8 dice que recibimos poder del Espíritu Santo. Este poder no es nuestro. Tampoco lo recibimos sólo para nuestro beneficio y bendición. El Señor nos da poder para que podamos ser Sus testigos y para bendecir a otros en Su nombre.
La postura de poder en el palacio del Rey es humildad. Ester se encontró en un lugar de gran poder e influencia. Pero no usó su poder para beneficiarse con riqueza o prestigio. En lugar de ello, ella puso su vida en peligro y usó su influencia para salvar a su gente.
Los verdaderamente poderosos no usan su poder para presumir o impresionar personas. Jesús nunca hizo un milagro por la demanda. Él nunca usó su poder e influencia para sus propios fines sino solo para hacer la voluntad de Su Padre.
Practica el protocolo de humildad.
Por Tommy Tenney
ORACIÓN
Padre, gracias por la sangre de Jesús que me limpia de pecado y me da acceso abierto a Tu presencia, perdóname por buscar siempre lo mío en lugar de lo tuyo. Dame un corazón de siervo. Ayúdame a practicar el protocolo de humildad. Déjame ser un vaso a través del cual Tu poder fluye para Tus propósitos y solo Tus propósitos.