Mateo 15:8 Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
No hace mucho un pastor compartió conmigo un hecho que ocurrió una noche, en una reunión en la iglesia.
Aunque no recuerda exactamente sobre qué era la reunión, sí recuerda lo que ocurrió esa noche. El pastor había traído a su hijo a la iglesia para que, mientras él se reunía con los líderes de la congregación, el pequeño jugara en el área de recreo de la escuela.
Y así fue… sólo que la reunión se prolongó más de lo que esperaban, por lo que en un momento la puerta donde se reunían se abrió lentamente, y se asomó una cabecita. El pastor se excusó, se acercó al niño, y le preguntó: “¿Qué quieres hijo?”. “Nada papi”, le respondió su hijo. Pero luego agregó: “Sólo quería estar cerca de ti”.
Como ya estaba oscureciendo, el padre llevó a su hijo con él a la reunión. Al mirar alrededor de la mesa se dio cuenta que los demás no aprobaban su decisión, porque sabían que el niño era bastante inquieto.
Pero esa noche, el hijo del pastor se quedó quieto, sentado calladito disfrutando de ese tiempo especial que compartía con su papá. Contra todo pronóstico, el niño hizo lo que dijo que quería hacer: estar con su papá.
Es triste ver cuántos hombres, mujeres y niños, se esfuerzan por alejarse de su Padre celestial. Incluso hay cristianos cuyo mayor placer parece ser el vivir por su propia cuenta, olvidándose del Dios a quien sirven. Como dice el texto para hoy: “… su corazón está lejos del Señor”.
Cuánto mejor para todos nosotros es acercarnos al Señor… en oración… con devocionales… en estudio bíblico… en reflexión personal. Mucho mejor es decir: “Papi, sólo quería estar cerca de ti”.
Acerquémonos a nuestro Padre celestial y disfrutemos de su presencia.
ORACIÓN: Padre eterno, gracias a Jesús puedo acercarme a ti y disfrutar de tu presencia. Te pido que también acerques a ti a quienes están deambulando perdidos por la vida. Ayúdales a conocer la alegría del perdón de pecados y el consuelo que sólo Tú puedes dar. En el nombre de Jesús. Amén.