Joel 2:13 Desgárrense el corazón, no los vestidos, y vuélvanse al Señor su Dios, porque él es misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia, y le pesa castigar.
Muchas personas dicen que no se arrepienten de nada de lo que hicieron. ¿Será cierto? La Biblia dice que todas las personas hacen cosas erradas (Romanos 3:10). Y porque hacemos cosas erradas, merecemos el castigo de Dios, más aún cuando pensamos en la lógica del ser humano que, muchas veces, está basada en el “ojo por ojo y diente por diente”.
Pero, felizmente, Dios no utiliza esa lógica. Él nos ama tanto, que nos perdona gracias a lo que Jesucristo hizo por nosotros en la cruz. Dios envió a su único Hijo al mundo para entregar su vida como pago por la culpa de todos nuestros pecados. Seguros de este perdón, y arrepentidos de nuestros pecados, tenemos la certeza de la vida eterna con Dios en el cielo.
ORACIÓN: Señor Dios, ayúdame a reconocer los errores que cometo, y a confiar en tu amor y en el perdón que tú me regalas por medio de Jesucristo. Amén.