Salmo 119:105 Tu palabra es una lámpara a mis pies; ¡es la luz que ilumina mi camino!
A pesar que creemos ser buenos, en realidad no lo somos. Debido al mal que hay en el ser humano, todos nacemos alejados de Dios y, lamentablemente, no son muchos los que quieren cambiar esa situación.
Dios nos invita a que evaluemos nuestra condición y le abramos nuestro corazón para que él habite en él y dirija nuestros pasos. Él está dispuesto a perdonarnos y a caminar con nosotros, liberándonos de todo lo que nos aleja de él. Él envió a su hijo Jesús al mundo para darnos el perdón por nuestras faltas. Gracias a él podemos andar por el camino de la alegría, del perdón y de la paz que solamente él puede darnos.
ORACIÓN: Querido Dios, perdóname cuando quiero seguir mi propio camino. Ayúdame a seguirte a ti. En el nombre de Jesús. Amén.