Filipenses 3:7-14 Pablo cuenta todas las cosas como pérdida comparadas con el conocimiento de Cristo y prosigue hacia el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
¿Qué tan en serio vas con Dios?
¿Lo deseas más que cualquier cosa en este mundo? ¿El deseo de caminar íntimamente con Él quema como el fuego tu alma? ¿Estás listo para hacer lo que sea que se requiera para estar más cerca de Él? ¿Renunciarías a cualquier cosa que necesites para ganarlo a Él?
No estoy hablando de la salvación. Si has confiado en Cristo como tu Señor ya eres salvo. Ya posees vida eterna. Estoy hablando de un siguiente nivel, el nivel de discipulado donde tú haces al Señor todo tuyo. Jesús dijo: “Si alguien desea seguirme, debe negarse a sí mismo, cargar su cruz diariamente y seguirme”. Nota la secuencia: negarse a sí mismo, cargar una cruz y obedecer a Cristo. En el negarse a sí mismo ponemos a un lado nuestra voluntad y planes a favor de los de Él. Al cargar nuestra cruz nos identificamos con Cristo diariamente con Su vida, muerte, resurrección y ministerio. Obediencia significa que vamos a donde Él nos dirija y hacemos lo que nos pide.
La muerte del Rey de reyes por ti fue muy en serio. ¿Qué tan en serio estás tú con Él? Él quiere levantarte más alto. ¿Pero estás dispuesto? El camino al siguiente nivel baja antes de subir. Humildad viene antes de la exaltación. Santiago escribió “sométanse a Dios… acérquense a Dios y Él se acercará a ustedes… humíllense en la presencia del Señor y Él los exaltará”.
Pablo estuvo comprometido, más que nada él quería conocer a Cristo. Él testificó: “cuento todas las cosas como pérdida por el valor inalcanzable de conocer a Cristo Jesús mi Señor… para que yo pueda conocerlo y el poder de Su resurrección y la comunión con Sus sufrimientos, siendo como Él en su muerte, para que pueda llegar a la resurrección de entre los muertos”. Pablo bajó para poder ser levantado. Pero siempre tuvo en la mira el final. No dejó que nada lo distrajera de su meta: “prosigo hacia la meta del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
¿Estás prosiguiendo al supremo llamado de Dios? Ahí es donde la intimidad más grande se encuentra. Pasar al siguiente nivel significa mayor sacrificio y mayor sufrimiento. Pero también significa mayores bendiciones y mayores glorias. Cuando Jesús tomó a Pedro, Santiago, y a Juan en la montaña con Él, ellos lo vieron transfigurado. Ellos vieron a Jesús como realmente era. Y después, ellos no volvieron a ver el mundo de la misma manera. Jesús los llevó a otro nivel.
¿Qué hay de ti? ¿Quieres que el Señor te lleve al siguiente nivel? Baja un poco para que puedas ser levantado. ¡Hazlo enserio!
Por Tommy Tenney
ORACION
Señor, te quiero más que nada en el mundo, llévame al siguiente nivel para que te pueda conocer más y acercarme más a ti, más de lo que me he acercado antes.