Fil 1:1 Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos y diáconos
Quizá más que en ninguna otra iglesia del Nuevo Testamento, la iglesia de Filipos se caracterizó por sus dádivas generosas con sacrificio. Su sostenimiento hacia Pablo se extendió a través de sus viajes misioneros y fue una fuente de gran gozo para él. Además del dinero, ellos enviaron a Epafrodito, un buen hombre quien ministró a Pablo durante sus prisiones (Filip 2:25-30, 4:18)
Pablo fue selectivo al aceptar ayuda financiera de iglesias porque no quería ser una carga o que se malentendieran sus motivos. 1 Corintios 9:6-14 nos dice que tenía el derecho de recibir el sustento de aquellos que habían sido ministrados por él, pero que cedía ese derecho para que el evangelio no tuviera estorbos. En 2 Corintios 11:9 dice “cuando estuve presente con ustedes y tuve necesidad, no fui carga a nadie… en todo me mantuve de serles carga y lo seguiré haciendo”
Escribió de manera similar a los tesalonicenses “Pues vosotros mismos sabéis cómo debéis seguir nuestro ejemplo, porque no obramos de manera indisciplinada entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que con trabajo y fatiga trabajamos día y noche a fin de no ser carga a ninguno de vosotros; no porque no tengamos derecho a ello, sino para ofrecernos como modelo a vosotros a fin de que sigáis nuestro ejemplo” (2 Tes 3:7-9)
En contraste, la voluntad de Pablo al aceptar el sustento de la iglesia de Filipos habla de la especial confianza y afecto que compartían.
Aparentemente la generosidad de los filipenses era tan grande, que ellos mismos se quedaban con necesidades propias. Pablo les afirmó que sus sacrificios eran aceptables a Dios y que Él supliría todas sus necesidades de acuerdo a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Fil 4:18-19)
Al igual que la generosidad de los filipenses, a ti te debe caracterizar tu sustento generoso y sacrificial de aquellos que te ministran la Palabra de Dios. Pastores fieles y ancianos que son dignos de tal honor (1 Tim 5:17-18) y el dar generosamente traerá gozo para ti y para otros
Por John MacArthur
ORACIÓN
Señor, te doy las gracias por aquellos que fielmente te ministran, te pido sabiduría en cómo puedo contribuir a su sustento y a las necesidades de mi iglesia, en el nombre de Jesús, amén.