Col 3:16 que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza, instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría, canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios con gratitud de corazón
La música está en segundo lugar después de la televisión en influenciar y moldear los valores de nuestros hijos. ¿Cómo puedes ayudar a tus hijos a reconocer la seducción sutil del enemigo en la música actual y animarlos a tomar buenas decisiones en cuanto a lo que escuchan? Aquí hay algunas sugerencias prácticas: Evita el síndrome de “haz lo que te digo no lo que hago” Antes de poder ayudar a tu hijo a que evalúe su música, debes evaluar la tuya (Mat 7:4-5). Las letras de algunas canciones tranquilas, pop o gruperas son igual de sugestivas e inmorales que las de rock. Una de las mejores maneras de enseñarle a tu hijo a evitar canciones dañinas es “modelar” ese comportamiento.
Está dispuesto a encontrar un terreno medio. Tu gusto personal en la música no debe ser el factor determinante para lo que tú permites que tus hijos escuchen. Tampoco el gusto de tu hijo debe determinar lo que tú escuchas. Trata de encontrar un terreno medio con tu hijo cuando se trata de estilos de música que permites en tu hogar. La clave es enseñarle a tu hijo a ser moderado y a discernir al igual que tú.
Mantente informado e involucrado. ¿Cuándo fue la última vez que viste la colección de música de tu hijo y te sentaste con él a escucharla y a discutir las letras de sus canciones favoritas? No serás capaz de entender el impacto de la música en su vida hasta que te des cuenta de ella y lo que él piensa de ella.
Tómate el tiempo para escuchar las luchas emocionales de tu hijo y observa cómo la música que escucha influye en su comportamiento. Sé tan alentador acerca de sus buenas opciones de música así como eres correctivo de sus malas elecciones. Algún día te agradecerá por la armonía que le ayudaste a traer a su vida.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Padre, guíame a entrenar a mis hijos a escoger la música y entretenimiento, que sean positivos y edificantes, en el nombre de Jesús, amén.