1 Cor 8:8 Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos.
Algo curioso me pasó recientemente. Una de las personas de luz y sonido en la iglesia donde yo pastoreo (¡un verdadero personaje!) me escuchó enseñar sobre el tema de la libertad. Un par de semanas después me quiso poner una trampa. Con una sonrisa pícara dijo: “tu cumpleaños fue hace poco ¿verdad?” Yo asentí “sí”, “eres originario de Texas ¿verdad?” para entonces presentí que me esperaba algo, “sip”, contesté, “bueno, tengo algo para ti” y puso una lata pequeña en mi mano, como del tamaño de una lata de tabaco.
Era una lata de carne de armadillo. Yo gemí. La etiqueta decía: “Armadillo puro de Texas –secado al sol y ablandado en el camino-“ Los ingredientes estaban del otro lado de la etiqueta: “armadillo puro secado al sol, atropellado por un camión de madera tres millas al sur de Pollok, Texas, no más de 20% de pelo y grava, puede contener material extraño”
Me dijo que como yo era un creyente de la gracia, era libre para comerlo. Yo pensé “¡guau, esto sería un festín para los gusanos!” ¿Mi punto? Debido a la gracia, mi amigo puede comer armadillo y yo puedo comer armadillo, está bien. Está bien si él quiere, pero sucede que Dios no me ha guiado a comer armadillo (es ese material extraño que me preocupa) Pero si tú quieres comer armadillo, ¡grandioso! Personalmente, tengo mi propia lista dietética de “noes” (que incluye armadillo) Quizá tú no tengas eso en tu lista, así que “adelante”, prometo no difamarte o juzgarte cuando mastiques todo ese pelo y grava.
¿De qué se trata todo eso? Déjame explicártelo directamente. ¡No me des tu lista personal de qué hacer y qué no hacer para vivir! Y puedes contar con esto: nunca te daré mi lista personal de qué hacer y qué no hacer para que tú la sigas. El ser libre significa que no tienes, por ningún motivo, que estar de acuerdo con mi lista personal, tampoco debes calumniarme porque no es exactamente igual a la tuya. Esta es una de las formas en que los cristianos pueden vivir en armonía. Se le llama vivir por gracia y es la única forma de volar.
Por Charles Swindoll