1Co 12:31…mas yo os muestro un camino aún más excelente.
En nuestra sociedad, el amor es una palabra común pero una experiencia poco común. A menudo aquellos que usan la palabra más, la entienden menos. Muchos que piensan que han encontrado el amor, se han conformado con algo menos de lo que Dios quería para ellos.
Para muchos, el amor significa una relación romántica o sexual, mientras que la Escritura tiene mucho que decir sobre la intimidad dentro del matrimonio. La palabra amor toma un significado diferente en el Nuevo Testamento. Aún Efesios 5:25 (maridos amad a vuestras mujeres) no se refiere al amor romántico.
Otros errores comunes incluyen equiparar el amor con emotividad o sentimentalismo o lo confunden con un espíritu amistoso de tolerancia y hermandad hacia los demás a menudo aparte de cualquier consideración de pureza doctrinal o convicciones bíblicas. Pero el amor bíblico no es nada de eso.
El “camino más excelente” a que Pablo se refiere en 1 Cor 12:31 es el amor que viene de Dios mismo y se ajusta a Sus atributos santos. Nosotros no tenemos ninguna capacidad de generarlo por nosotros mismos. La palabra griega para ese tipo de amor es ágape y se caracteriza por humildad, obediencia a Dios y sacrificio. Juan 13:1 dice del amor de Cristo por Sus discípulos: “los amó hasta el fin” eso significa literalmente que los amó a la perfección, a los límites del amor. En los versos 4-5 Él demuestra Su amor lavándoles los pies. El amor es humilde. Se enfoca en satisfacer necesidades.
Además, el amor es obediente y dispuesto a hacer sacrificios por otros. Jesús dijo “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15) Dios hizo el sacrificio supremo por nosotros “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16)
1 Corintios 13 se aplica a todos los cristianos de todas las generaciones porque todos enfrentamos el peligro de usar mal nuestros dones espirituales. Pregúntate si tu amor es tal como Dios quiere que sea. Si no, toma nota de los cambios que necesitas hacer a la luz de lo que estás aprendiendo.
Por John MacArthur