Juan 11:21 Y Marta le dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.
Me pregunto qué pensaría de eso Lázaro. Estaba muy enfermo, sus hermanas estaban preocupadas y enviaron un mensaje a Jesús para que viniera rápidamente a sanarlo. Luego esperaron. Y esperaron. Puedo ver a Marta asomándose por la puerta de la casa, mirando la calle. ¿Por qué no venía Jesús?
Juan nos dice: “Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Y cuando Jesús se enteró de que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba” (Juan 11: 5-6). ¡Extraña manera de mostrar amor! ¿Amas a alguien, pero evitas ayudarlo de inmediato? ¿Qué clase de Dios es ese?
Y, sin embargo, así es nuestro Dios. Conocemos personas que han estado en la fe cristiana toda la vida, y sin embargo sus oraciones parecen no tener respuesta. ¿Por qué?
No tenemos las respuestas que queremos. Pero en el caso de Lázaro, al menos tenemos una pista: las palabras de Jesús. "Esta enfermedad no es de muerte, sino que es para la gloria de Dios y para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella” (Juan 11: 4).
Jesús confiaba en Lázaro y su familia. ¡Qué prueba de fe pasaron! Quizás es por eso que Juan hace énfasis en decir que Jesús los amaba: ese tipo de carga sólo se pone en aquellos a quienes uno ama profundamente y sabe que confiarán en uno.
Sabemos el final de esta historia: Jesús resucitó a Lázaro y muchos llegaron a la fe gracias a él. A menudo no vemos el resultado de nuestro sufrimiento. Pero al igual que Lázaro, confiamos en que Jesús lo va a usar para bien. De alguna manera. En algún momento.
Porque nos ama.
ORACIÓN: Señor, a menudo no entendemos lo que estás haciendo o por qué. Ayúdanos a confiar en ti y a soportar los momentos en que no entendemos. Amén.