Juan 5:8-10, 15-16 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho.
El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo
Padre celestial, es nuestro profundo deseo glorificar Tu nombre. Queremos honrar Tu Palabra, aún cuando se oponga contra nuestros sentimientos o experiencias. Te agradecemos por ser tan bueno al enseñarnos las cosas básicas sobre la gracia. Y te pedimos que esa enseñanza resulte en libertad de las ataduras que han mantenido cautivos a algunos de Tu pueblo por tanto tiempo.
Queremos pedirte algunas cosas, que nos guardes del extremismo, que nos guardes de malentendidos, que nos guardes de vivir neciamente y escandalosamente, y que nos guardes de una apropiación indebida de la libertad. Y Padre que nos guardes de hacer listas y pensar que esas listas nos harán más santos. Trata primero con nuestra actitud y luego con nuestras vidas, ya sea para salvación o para liberación de la terrible plaga del legalismo o simplemente por el gozo de vivir libre en Cristo
Te pedimos todo esto en el nombre que es sobre todo nombre, Jesús, amén.
Por Charles Swindoll