Mateo 6:19-21; 31-33 donde Cristo nos advierte que no nos enfoquemos en las riquezas temporales sino en las riquezas eternas en el cielo; enfocarnos primero en Su reino y no preocuparnos por las necesidades diarias.
Lo que te impresiona, te ataca, lo que persigas se convierte en tu propósito.
El que muera con más juguetes – de todas maneras muere. ¿Qué es lo que quieres en la vida? ¿Qué es lo que te atrae y te lleva a levantarte y seguir cada día? ¿Estás viviendo por tu familia, por fama, por dinero, por una casa más grande? O ¿estás viviendo para dar honor y gloria al Rey de reyes?
La pirámide de Giza en Egipto es una de las siete maravillas del mundo antiguo. Su magnitud y precisión de construcción aún nos impresiona hoy en día. Un faraón de Egipto construyó la gran pirámide hace unos 4500 años para su tumba y en el siglo 20 sigue siendo la estructura más alta hecha por el hombre.
Los faraones tenían vastas acumulaciones de oro, joyas y tesoros que enterraban con ellos para proveer para sus necesidades en la vida de después de la muerte.
La gran pirámide era supuestamente la más grande de todas las tumbas egipcias, así que cuando los exploradores del oeste excavaron la tumba siglos después, esperaban encontrar una gran fortuna. En realidad no encontraron nada, aún el casco de momia que contenía el cuerpo embalsamado del faraón Khufu había desaparecido. Ladrones desconocidos ya habían saqueado la tumba de todo el oro, joyas y tesoros.
Ni siquiera el grandioso faraón pudo llevarse su fortuna con él. Ladrones anónimos saquearon su tumba y la dejaron vacía, hasta su cuerpo fue sacado y convertido en polvo.
La mayoría de la gente pasa su vida persiguiendo cosas que no duran. Gastan sus años más productivos persiguiendo riqueza, placer y fama, sólo para llegar al final de su vida sin nada que mostrar de todo.
¿De qué sirven las riquezas, posesiones o fama si no tienes nada esperando en el más allá? El escritor de Eclesiastés dijo: “Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá; tal como vino, se irá. Nada de su duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya” (5:15) Jesús dijo: “Pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero y perder su alma? Porque, ¿qué dará el hombre en rescate por su alma?” (Mar 8:36-37)
La mayoría de la gente lo tiene al revés. Persiguen cosas y posesiones pensando que están construyendo cierta seguridad para ellos mismos y para sus familias. Jesús describió a un hombre que construyó graneros más grandes para atesorar mucho grano y descansar en lujos. Pero cuando Dios pidió su alma, él no estaba listo.
Encontramos verdadera seguridad en buscar el reino de Dios. Busca las cosas del Espíritu y todo lo demás te será añadido. Ten cuidado en lo que dejas que te impresione. Lo que sea que te impresione, te atrae. Una atracción fuerte produce insistencia persistente y lo que sea que tú persigas se convierte en tu propósito.
Persigue al Rey, deja que Él se convierta en tu propósito. De esta manera tú ganas Su reino y todo lo que contiene. Jesús dijo “Busca primero el reino de Dios y su justicia y todas las cosas te serán añadidas” Persigue al Rey y Él te dará todo lo que necesites.
La decisión es tuya ¿pasarás el resto de tu vida persiguiendo cosas del mundo que se acaban o perseguirás al Rey y Su reino, que no tienen fin?
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, es fácil enredarse en el mundo y las cosas que el mundo valora. Sin Ti, esas cosas no significan nada; te quiero a Ti más que todo lo que el mundo ofrece, como todo lo que persigo se convierte en mi propósito, escojo perseguirte a Ti, escojo Tu reino y Tu justicia y confío en Ti, en que tú suplirás todo lo que necesito, en el nombre de Jesús, amén.